miércoles, 8 de febrero de 2012

EL CREDO DE ALMA PATRICIA JIMÉNEZ C. DE ROJÍ

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

ENVIADO POR ALMA PATRICIA JIMÉNEZ DE ROJI
EL MARTES 7 DE FEBRERO DE 2012

Mi Credo:

Creo en un Dios único, Padre todopoderoso,
Creador y dador de vida y que todo lo que existe es obra de su mano.

Creo en un solo Señor Jesucristo, Hijo de Dios por excelencia, que nació en tiempos de Poncio Pilato, en el seno del hogar que le proporcionaron sus padres María y José.
Que se llenó del Espíritu Santo y dando testimonio de su amor murió crucificado por defender el Reino de Dios y su Justicia.
Fue sepultado y subió al cielo en su gloria y está sentado a la derecha del Padre y su Reino es de vida eterna.

Creo en el Espíritu Santo, fuerza de amor del Padre y del Hijo, que ilumina y guía nuestros caminos y que habla por los profetas.

Creo en la necesidad de una Iglesia universal que como comunidad me apoye y acompañe en la búsqueda del Reino de Dios en la tierra.

Creo en la comunión de los santos y que todos caminamos a ser uno en la vida eterna.
Amén.

sábado, 10 de diciembre de 2011

DE MA. CRISTIANA TORRES TORRES A MANERA DE CREDO

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

Creo en Ti Jesus, amigo, compañero amoroso en mi vida, presente en cada uno de mis hermanos y en todo lo que me rodea, acompáñame siempre con tu paz y comprensión.

COMENTARIO FINAL DE MA. CRISTINA TORRES TORRES

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

COMENTARIO FINAL DE MA. CRISTINA TORRES TORRES


La lectura de este libro y el material valioso que nos enviaste despertó en mi un deseo de seguimiento sin sentido de culpabilidad, ir descubriendo el gran amor del que he sido partícipe y del que hay en mi gracias a El, fortalecer mi fé y tratar de mejorar día a día , sintiéndome parte importante de este mundo con responsabilidad de compartir ese gran amor.

He sentido un desahogo, necesitaba cuestionarme y entender porque estoy aqui, que es para mí vivir en Jesús y lo que significa.

Hay momentos de duda e incompensión, pero al final de gozo, de agradecimiento, de traquilidad, con un deseo enorme de crecer y de poder trasmitir esa felicidad a los que me rodean,, sin embargo tengo una gran sombra y debo trabajar mucho porque siento un gran pesar y enojo con muchos sacerdotes, obispos y arzobispos, me cuesta mucho trabajo asistir a misa, quiero aprender a respetar a no juzgar y seguir a Jesús camino de verdad , me falta mucho por entender y practicar.

Participar en este curso ha sido una gran oportunidad de cuestionarme de reconocer porque estoy aqui, quien soy, quiero tener aún mayor claridad en mi vida, seguir en la búsqueda, acercarme y abrazar a Jesús en mi vida.

Gracias Paca por derramar tu sabiduría y amor en nosotros para ayudarnos a reconocer nuestra misión en esta vida y sobre todo profundizar en Jesús, un abrazo y mi agradecimiento.

maría cristina

martes, 6 de diciembre de 2011

COMENTARIOS DE MA. DE LOURDES JIMÉNEZ C. AL CAPÍTULO XIX Y PROFESIÓN DE FE

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

Comentarios al Capitulo 19, Nueva Formulación del Antiguo Simbolo" y al Epilogo del Libro del P. Roger Lenaers, "Otro Cristianismo es Posible", y profesión de Fe, o "Credo en mis propias palabras", que formula Ma. de Lourdes Jimenez Codinach al Blog "Sueño de Nabucodonosor", organizado y coordinado por Ana Laura Jimenez Codinach, mi hermana a quien mucho respeto, quiero y admiro por su infatigable entrega y disposición de toda una vida, por la transmisión del "Kerigma" Cristiano.

 
Concluyo este libro del P. Lenears, con una gran satisfacción al saberme que yo no estoy sola ni soy poco cristiana, al no entender, y mas aun, al no querer hacer propios ni comprender, muchas de las practicas, ritos y explicaciones que en relación a la religión que profeso, me han sido inculcadas, explicadas y señaladas como fundamentales para pertenecer a la Iglesia Católica y Romana, que hace de Cristo eje fundamental de nuestra fe y esperanza de salvación.

El Libro de Lenears me ha mostrado, o mas bien, me ha hecho evidente que son muchos los que como yo, no entienden ni están satisfechos con formulas, interpretaciones, practicas y rituales que se sienten vacías de contenido o en el sinsentido, y que no obstante siguen siendo consideradas como pilares fundamentales de nuestra religion católica y cristiana, y nosotros también, fieles pasivos y seguidores sin convicción profunda, o invadidos por remordimiento y culpabilidad de ser católicos a medias y/o por conveniencia social mas que por amor a Dios como al projimo. A estos católicos de "medio pelo" o compromiso débil, siento que escribe el P. Lenears este libro "Otro Cristianismo es Posible", pues insiste en poner en claro que es lo fundamental del mensaje cristiano, el testimonio que es la vida y muerte de Jesus de Nazaret como camino de salvación y de vida plena en el Reino, mientras que por otro lado, me aclara que mi problema no es con Dios ni con mi Iglesia o comunidad cristiana, sino con una religiosidad expresada en lenguaje y aferrada a formulas y conceptos que no me dicen nada, ni motivan mi espiritualidad, por el contrario, que me alejan y provocan rechazo, cuando en realidad es un problema de comunicación y de forma de transmitir el mensaje que es Jesus mismo y su vida.
El Libro de Lenears entonces me ha des-velado, o de-velado (retirado el velo) y aclarado, que soy católica por amor a Jesus, y a través de el, por amor al Padre, a quien he conocido y me he acercado, si bien aun no comprendido, por virtud de su Hijo, Jesucristo. Que Dios es amor y misericordia incondicional y sin limites, que Dios es Padre, y por el Padre se revela el Hijo, a través del espíritu de amor que los une, que es el Espíritu Santo, de cuyo espíritu todos participamos. El Libro de Lenears me deja claro, que mi religiosidad y fe cristiana, no existe entre dos mundos uno arriba y ajeno a mi que me llega desde afuera, y otro aqui abajo, del que yo soy parte y que es inferior y alejado del bueno e imperecedero,sino que mi relación con Dios parte desde aquí abajo, en mi mismo en el que yo como Ël mora, y desde el cual se logra la salvación y la trascendencia. El libro de Lenears, me ha dado una mejor dimensión e interpretación de los mandamientos y sacramentos cristianos, en clave de amor, entrega, compasión, gratuidad, don y misericordia sin medida, y no obligación, deber ser, pecado, confesión, arrepentimiento y temor de Dios. El Dios trino es amor sin limites, es aceptación y perd-on incondicional, es entrega y comunión con cada uno de sus hijos, para que vivamos en plenitud y llenos de gratitud y esperanza. Es vivir en el amor al hermano, para así vivir en el amor del Padre por el Hijo y a traves del Espíritu Santo.


Este hablar de Dios y vivir en Dios desde lo mas profundo del ser, siempre será en términos figurados, por imagenes y representaciones que el ser humano utiliza para expresar esa vivencia de Dios, por ello el lenguaje es el medio, y como tal cambiante y limitado a condiciones y circunstancias concretas y particulares del ser humano que lo expresa, por ello no puede ser impuesto o absolutizado, sino ajustado y movible a lo que cada ser humano va viviendo y sintiendo que eso es lo que mejor le dice y representa esa vivencia con y de Dios. Esa es pues la visión teonomica del misterio que es Dios, de su imposibilidad de abarcarlo, pero si de vivirlo y sentirlo parte de nuestra vida, de recrear el Encuentro con El, de sentir la fusión con El que es la aspiración y esperanza final a alcanzar.

En base a todo lo anterior, esta es la Profesión de Fe, o mi Credo expresado en mi propio lenguaje, imagenes y símbolos de lo que para mi es confiar en Dios:


Creo en Dios, amor total e incondicional,


amor del Padre al Hijo y por el Espíritu Santo,


un amor sin limite y medida, que es capaz de entregar su vida


para que el hombre viva y viva a plenitud,


en este mundo, humanamente y felizmente.




Creo en Jesucristo, Hijo de Dios, con una relación única


y especial con el Padre,


hijo de Maria y José de Nazaret, que vivió y murió


por su gente, para que ellos


vivieran, y vivieran en plenitud humana,


en entrega y donacion mutua para alcanzar juntos


la salvación y con ella, la fusión con el amor divino.

 Creo en el Espíritu de Dios, que vivió en Cristo Jesus, y que


El nos mostró con su vida y nos legó a su muerte


para que viviera siempre en nosotros.


Creo en que ese Espíritu Divino mora en mi


y que no me abandona nunca, que me acompaña y me guia,


y que me da la fuerza para que al final de mis días


logre fundirme en Dios y así vivir siempre y eternamente en El.




Creo en la Iglesia de Cristo, Católica y Romana,


y en la comunidad de sus fieles reunidos en la Asamblea de Dios,


y creo que de esa unión fraternal nos haremos todos mas santos


para hacer realidad desde ahora el Reino de Dios entre nosotros


y por todos los siglos de los siglos, Amen.









miércoles, 30 de noviembre de 2011

COMENTARIOS AL CAPÍTULO XVIII DE MA. DE LOURDES JIMÉNEZ CODINACH

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

COMENTARIOS DE MARIA DE LOURDES JIMENEZ CODINACH AL CAPITULO 18, ¿Hacia donde Volvernos?. Oración de petición, intercesión y escucha. del Libro del P. Lenaers, "Otro Cristianismo es Posible".



La lectura de este capitulo sobre el sentido de la oración de petición y la de agradecimiento por saber que soy escuchada, es para mi una forma de confirmar que estoy y he estado siempre mas dentro del esquema teonómico que del heterónomo que ahora con el libro del P. Lenaers me ha quedado mas en claro. ¿Porque -se preguntaría uno-, si la oración de petición y la posibilidad de ser escuchados, como dice Lenaers, se desmorona o "corre peligro de desaparecer", pues supone el axioma de dos mundos, el mundo de aquí abajo que pide al mundo de arriba que se apiade y atienda mi súplica desde aquí abajo, todo lo cual no cabria en un mundo teonómico, donde el mundo del hombre y el mundo de Dios, están fundidos en uno solo?.



Pues quizás la respuesta estriba en que mi oración (y eso se lo debo a mi Mamá que así me enseño a rezar y orar) nunca ha sido un reclamo o exigencia a un Otro que está lejano a mi persona y a mi vida, ni ha estado condicionada a hacer sacrificios u ofrendas con las que agrade o aplaque la molestia de ese Otro por mis actos y limitaciones humanas, ni tampoco ha sido, con excepción de la Virgen Maria o ahora a mis papas que están fundidos en la presencia Divina, dirigida a Santos para que ellos sean como intermediarios ante la persona Divina quienes pidan por mi lo que yo no puedo hacer directamente, quizás porque para mi, esa Persona Divina, representada las mas de las veces como el Niño Jesus, o en la persona de Jesus de Nazaret y rara vez como Dios Padre, se que está en mi como yo en El, y se que cuando la invoco y la llamo, que esa es la oración para mi, lo hago como una hija que habla a su Padre, aquel que por encima de todo me ama y me acompaña, aunque a veces no me sea muy clara su presencia o su amor incondicional hacia mi, porque yo si sé que mi comunicación con El a veces la corto, la olvido, la dejo, pero siempre que regreso a ella, se que siempre me escucha, me oye, y sabe todo de mi, pues nunca y a pesar de mi, me deja, ni se aparta. Esta oración de petición y de certeza de que se es escuchada, es quizás una de las formas que tengo como ser humano limitado y debil, de hacer presente a ese Dios que está en mi, y cuando digo hacer presente, me refiero a una necesidad mía, como ser limitado que soy, pues Él siempre esta en mi, el no necesita de mi oración para estar en mi, pero yo si la necesito para sentir que me acerco y entablo relación con El, y ademas, esa oración, es la forma que yo encuentro que se traduce en mi lenguaje humano, de pedirle a ese Dios cuyo rostro de Padre nos mostró Jesucristo, no que acerque mi encuentro final con Él , pues la verdad, eso ya llegará cuando tenga que llegar, pero por lo pronto yo amo la vida y quiero que en tanto tenga vida, sienta su presencia, amor, apoyo y sostén, aquí conmigo, para entender y practicar mejor ese amor que Jesus nos enseño con su vida y muerte, que es el que nos hace vivir el amor de Dios en nosotros, el amor al prójimo, por el prójimo mismo, y no por lo que ese amor nos pueda traer a cambio, un amor desinteresado y en total apertura y consonancia con el que sufre y que tiene necesidad de apoyo, compasión y compañía, por que está desamparado y al que yo pueda hacerle sentir que Dios lo quiere y está siempre con el.



Eso es entonces para mi lo que representa la oración, directa e inmediata al Dios que vive en mi, pero también lo es la oración que hago invitando a mis papas que sé que ahora están con El, que viven en El, como El vive en ellos y en otra forma en mi, para que juntos se haga posible el sentir ( y aquí subrayo el sentir) a Dios en mi vida cotidiana, el sentir que me acompaña y me da su luz para día a día llevar mi vida en el camino del amor que Jesus de Nazaret me mostró que era la forma de lograr la salvación. Y aclaro que es un sentir, por que es mi forma humana de expresar y realizar el milagro de entender la presencia y compañía del Ser Divino en mi vida y existencia, pues la razón no me da para comprender su realidad pero el sentimiento de unión, compenetración, casi cercanía física que da la oración, es lo que mas encuentro que hace posible lograr ese "Encuentro" con ese el Tu Divino, sin el que mi Yo existencial no tendría sentido, brújula o razón de ser.



La importancia para el mundo cristiano de los Salmos, a los que Jesus frecuentemente acudió, es que son la oración que el Pueblo de Israel dirige a su Dios, a diferencia de lo que con excepción de los libros Sapienciales de la Biblia, se tiene en los demás libros santos, que es la Palabra de Dios al Hombre, aunque expresada en lenguaje humano. En el caso de los salmos, no hay tal palabra de Dios al hombre, por el contrario, es el hombre, con todas sus limitaciones y distorsiones, el que expresa su necesidad de hacer presente a su Dios en su vida cotidiana, por eso lo interpela, le reclama, lo regaña, lo alaba, lo bendice, le pide ayuda, misericordia, compasión, o inclusive que intervenga y vengue su dolor y rabia en la de sus enemigos. Todo lenguaje humano, que Dios en su gran misericordia, entiende como necesidad del hombre de "sentir" y "vivir " en carne propia y en esta vida, la única que tenemos con seguridad, por cierto, su presencia, luz y compañía. Si para Jesus (Dios hecho hombre) fue importante la oración, pues con frecuencia acudió a ella, y siempre en los momentos mas fuertes y existenciales de su vida humana, si ademas nos dejó la encomienda de orar siempre al Padre con la certeza de que seriamos escuchados, "Pedid y se os dará", o "cada vez que mas de dos invoquen mi nombre, ahí estaré yo" presente para escuchar, pienso que esta confianza en la oración de petición y de ser escuchado es una de las grandes lecciones, enseñanzas y bendiciones que Jesus nos pudo haber dejado con su vida, mas que cualquier otro rito, sacramento, o culto, el saber que Dios está en nosotros, que nos ama y que nos escucha, a pesar de que nosotros no lo veamos, no lo sintamos, y a veces, también lo olvidemos, que parece que no esta, que nos ha abandonado, pero eso no es ni física ni espiritualmente posible, simplemente nuestra capacidad limitada no lo puede percibir o constatar; la oración es una forma de acercarnos y hacer posible ese encuentro.



Esto a lo mejor es heterónomo, pues antropomorfiza al Encuentro y la vivencia del amor de Dios, porque intenta materializary sensibilizar esa experiencia, que para muchos debiera ser acto de fe absoluto y pleno, al margen de los sentidos humanos, infantiliza la relación con Dios, pues insiste en la necesidad que el hombre, como niño desvalido, tiene de la protección, el amor y el cuidado del Padre, "divinidad traída de lo alto -dice Lenaers- por una grúa- que soluciona nuestros problemas en lugar nuestro", sea el hombre bebe o adulto, no importa, siempre será desvalido, limitado y débil frente al amor y misericordia sin medida del Dios que Jesus nos enseño a amar, y a sentir presentes en nuestras vidas, aun cuando la razón no lo comprenda ni lo abarque, sino solo lo imagine, lo intuya y lo palpe con el ojo del alma y del corazón.



Esta forma de comprender y amar a la oración de petición y de escucha, para mi es más teonómica, pues surge desde dentro, desde lo mas profundo de nuestro ser, que se expresa con la palabra mas sentida y por tanto vivida, al Dios que vive y actua en nosotros, en el mas profundo dentro e intimidad de nosotros al Dios que nunca nos abandona, ni se aleja, sino que por el contrario, que nos atrae, que nos ama, inclusive a pesar nuestro, al grado que se ha fundido en nuestro ser en el vive y ha hecho su morada por usar una metafora para describir la relación intima que crea Dios con sus criaturas.

domingo, 20 de noviembre de 2011

COMENTARIOS DE ELISA ZEEAVERT AL CAPÌTULO XVIII

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

CAPÍTULO XVIII: ORACION


El estar en la búsqueda de una Fe Adulta, me lleva a plantearme también la relación que sostengo con Dios.

Es verdad que de niña, esa imagen de Dios Paternal, Protector, Poderoso, al cual, recurría cada vez que la vida me encaraba con retos, sintiéndome pequeñita , incapaz ¡ Hoy, esa percepción es distinta, porque encuentro a un Dios que ama, mucho más de todo lo que mi mente pueda comprender, un Dios que me conoce a fondo, que conoce mis necesidades, que está en espera que yo lo encuentre. ¡Qué sentido tiene el de pedir?

Oración, se ha manifestado como una experiencia humana, en todas las religiones, orar, es conectarse con nuestro Ser Superior, es encontrar el refugio de silencio y paz, que descubrimos en nuestro interior.

Sin embargo, al reconocer nuestra pequeñez, pedimos todo lo que a nuestra manera de percibir carecemos, pensamos en satisfactores de nuestras necesidades, más que en la acción misma, pues es la oración la que permite a Dios penetrar en nuestro ser colmándonos de su Energía Sanadora.

Dios nos crea para crecer hacia la plenitud, y ser Uno con El. En nuestro interior, hay una necesidad imperiosa, que nos atrae hacia el Misterio Divino, y en el momento en que nos abrimos, y nos vaciamos de nuestro yo, (ego) reconociendo nuestra impotencia y pequeñez ante el CREADOR, es entonces cuando El puede llenarnos con su Espíritu Divino.

Jesús en Lc.11.13 dice “Dios va a dar su Espíritu a quien se lo pida”.

¿Puede la oración cambiar el rumbo de los acontecimientos? Si puede, pero tiene que venir, del fondo de nuestro ser, el deseo de creer, ésto no es fácil, muchas veces pedimos únicamente con el pensamiento, sin realmente sentir el fuego interno de la Fe, en lo que estamos pidiendo,. Jesús al hacer una curación, siempre les decía:”Tu Fe te ha salvado”. La Fe es energía, es vida que penetra en todo el ser y produce la sanación. Como en Lourdes y Medujorge que se dan las curaciones en un clima de Fe y una energía colectiva muy fuerte.

Sabemos que el ser humano, vive un proceso de crecimiento y desarrollo, y que se manifiesta en esos momentos de insatisfacción, donde se da cuenta de su carencia física, emocional, espiritual, y con el deseo de liberarnos del dolor y miseria, que nos produce ese estado, buscamos satisfactores, estados de conciencia de paz y armonía- Esta búsqueda de plenitud, sólo se va a dar cuando estemos unidos a Dios, cuando seamos uno con El.

En este capítulo Lenaers, nos hace ver que no somos conscientes de esa Necesidad Profunda que tenemos de Dios, y que todos esos estados de insatisfacción y búsqueda de satisfactores, es parte de descubrir que lo único que necesitamos es el AMOR INCONDICIONAL DE DIOS, Y cuando lo encontremos estaremos en la plenitud de nuestro ser.

ORACION POR OTRAS PERSONAS.

EL Universo está unido, todas las realidades están vinculadas, nosotros somos energía, en el momento que nuestras vibraciones se mueven hay movimiento en todo el cosmos, el estado dinámico es lo que nos caracteriza a todos como seres vivientes. Cuando nuestras peticiones se concretan en ese pensamiento positivo , abrimos un torrente de energía creadora.

Somos conductores de energía, en la medida en que nos abrimos y conectamos con Dios, esa energía sanadora armoniza nuestro ser. Pero tenemos que considerar, que muchas veces, hay pensamientos, bloqueos, que evitan que llegue la luz y penetre a todo nuestro ser.

En la tradición católica encontramos los intercesores, que son como mediadores, ante la idea de que nuestra oración no fuera escuchada quizá en el caso, de sentirse culpable, o también de identificación con el mediador, para muchos la Virgen María, constituye este papel de

Dios es el Amor Original, que penetra con su Espíritu el Universo entero, y que trata de manifestarse plenamente en cada ser.

Por último, el autor manifiesta, su preocupación de cómo la Jerarquía eclesiástica ha calificado al “Santo por su alta espiritualidad y signo de vida de admiración.” Sin embargo muchas personas no han sido canonizadas, y sin embargo su ejemplo de vida, ha dejado gran huella en la humanidad, y considero que más que ponerles un altar, y adorarles, reflexionar en aquellos logros que nos pueden dar luz en nuestro propio proceso de humanización. En la historia de la humanidad, hay muchas personas que no perteneciendo a la religión católica, han dado tenido vidas ejemplares, de las cuales podemos aprender mucho y lograr vivir de tal manera que podamos dejar un legado para las generaciones futuras. DE GOTITAS ESTA FORMADO EL OCEANO.











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domingo, 6 de noviembre de 2011

COMENTARIOS DE MA. DE LOURDES JIMÈNEZ C. AL CAPÌTULO XVII

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

Comentarios de Maria de Lourdes Jimenez Codinach al Cap. XVII, Psiquicamente Enfermo o muy cerca de Dios, del Libro del P. Lenears, Otro Cristianismo es Posible.


Este capitulo que trata sobre el sentido y significado que tiene para el católico hoy en día, la mortificación, el sacrificio y la penitencia como medio de obtener el perdon de Dios por nuestro pecado, nuestra pequeñez y nuestra limitación, coincido con el P. Leaners que no son propias de una concepción del Dios de amor que sabemos por Jesucristo, que es el Dios Cristiano, el Dios Trino y amoroso que se nos da sin condiciones, que es todo misericordia sin limites y amor sin medida, un Dios que no quiere sacrificios ni penitencia de nosotros darnos y mostrarnos su amor y misericordia sin medida, que lo único que quiere para nosotros es una vida en el amor para el prójimo y para nosotros mismos, una vida con sentido y plenitud para todo ser humano. El Dios del perdón condicionado al sacrificio, la auto-humillación y penitencia es un Dios mas humano que divino, es un Dios concebido por el hombre de acuerdo a sus categorías y conceptos humanos, que piensa, actúa y se comporta como un ser superdotado, todopoderoso y soberano, consciente de su grandeza y omnipotencia sobre sus súbditos, que todo lo controla, lo tiene a su servicio y por tanto, lo quiere a su gusto, placer y gozo, por lo que ante cualquier desviación a su plan u orden de vida, le desata en su colera y enojo, y no se contenta hasta que el transgresor confesa su culpa, la expia y se vuelve a someter a sus designios. Ese no es un Dios de amor, sino un Dios soberbio de su poderio y fuerza, enamorado solamente de si mismo y para si mismo, que utliliza a todos los seres de la creación, como sus siervos y subditos, que alaban y embellecen su corte y su reino.





Ese definitivamente no es el Dios que Jesus nos vino a enseñar como el Dios del amor y de la vida plena para sus hijos y criaturas; el Dios que está entre nosotros, que vive en nosotros y que nunca nos abandona, a pesar de que nosotros si lo olvidemos, lo ofendamos o inclusive lo neguemos, por que no lo podemos comprender, abarcar o entender, pero que por Jesucristo sabemos que es el que nos ama por encima de todo, que nos perdona de antemano nuestras fallas y pecado, y que en ese perdón sin condiciones, nos muestra que lo único que quiere para nosotros es una vida plena en el amor a nosotros mismos como a nuestro prójimo, que sea cada vez mas humana, significa que se desarrolle en el amor entre los hombres, en la justicia y la compasión para los que mas lo necesitan y sufren. Esa es la vida plena que Jesus vino a instaurar y la que entendemos como la vida de salvación para la que estamos todos destinados, la vida en el amor de Dios para hoy y para siempre.





Pero esa vida en el amor al prójimo y a nosotros mismos como forma de reflejar el amor de Dios por y en nosotros, y no una vida sujeta a controles y cortapisas que solo dan poder y autoridad a aquellos que nos controlan y vigilan en nombre de un supuesto Dios de amor y del bien supremo, no requiere de una cultura de la redención, de sacrificio, y de expiacion de culpa y de pecado, esto como ya lo señalamos no es congruente ni propio del Dios verdadero que conocimos en Jesus, esa vida en el amor y la compasión por el projimo como por nosotros mismos, requiere de una culltura de entrega y desprendimiento del amor propio por el amor al prójimo, de cuidado y compasión por el desvalido y marginado, de inclusion y aceptacion del otro como diferente a mi mismo, pero que me complelmenta, me acompaña y me hace mas humano, requiere de una cultura de agradecimiento y alabanza a Dios por la vida que nos da y que permite que nosotros la construyamos a nuestro gusto y para el bien de todos, por los innumerables dones y gracia que a cotidiano recibimos y que nos ayudan a hacer de nuestro de camino por la vida, una senda de amor, alegria y bienestar para todos los que vamos juntos en ese camino de plenitud y salvación que es la union plena con ese Dios de amor que parece inconcebible e inalcanzable, pero para el que siempre hemos estado destinados a regresar, y al que regresaremos.





Por estas razones, es que pienso que al cristiano de hoy mas que el Dios que pide sacrificios, de la mortificación, penitencia y reconocimiento de culpas para dispensar su perdón y expiación del pecado, requerimos recrear y reforzar en la vida misma, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,a ese Dios de amor incondicional y misericordioso sin medida que quiere para nosotros la vida plena, la vida buena y abundante en amor y compasión por el prójimo, como una forma de alabar y recrear ese amor de Dios en nosotros. No es que se niegue ni se minimize la existencia del pecado y del desamor entre los hombres, que solo daño, alienación y muerte propaga, y que nosotros lo encendemos, y lo fomentamos, sin que después nos podamos salir de ese circulo vicioso por nuestras propias fuerzas, por ello si creo que sabiendo que este mal existe y que nosotros solos no podemos controlar, es que debemos insistir en hacer presente y vivo en nuestra conciencia que con el amor de Dios que vive y actúa en nuestro ser, podemos revertir el mal generado, combatirlo y eliminarlo, y que el camino siempre es compartir el amor de Dios en nosotros con el prójimo, ser compasivo a su dolor y sufrimiento, y hacerme uno con el en ese camino de sanación y recuperación del amor negado o perdido.

lunes, 10 de octubre de 2011

COMENTARIOS DE ELISA ZEAVERT AL CAPÍTULO XVIII

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

ORACION


El estar en la búsqueda de una Fe Adulta, me lleva a plantearme también la relación que sostengo con Dios.

Es verdad que de niña, esa imagen de Dios Paternal, Protector, Poderoso, al cual, recurría cada vez que la vida me encaraba con retos, sintiéndome pequeñita , incapaz ¡ Hoy, esa percepción es distinta, porque encuentro a un Dios que ama, mucho más de todo lo que mi mente pueda comprender, un Dios que me conoce a fondo, que conoce mis necesidades, que está en espera que yo lo encuentre. ¡Qué sentido tiene el de pedir?

Oración, se ha manifestado como una experiencia humana, en todas las religiones, orar, es conectarse con nuestro Ser Superior, es encontrar el refugio de silencio y paz, que descubrimos en nuestro interior.

Sin embargo, al reconocer nuestra pequeñez, pedimos todo lo que a nuestra manera de percibir carecemos, pensamos en satisfactores de nuestras necesidades, más que en la acción misma, pues es la oración la que permite a Dios penetrar en nuestro ser colmándonos de su Energía Sanadora.

Dios nos crea para crecer hacia la plenitud, y ser Uno con El. En nuestro interior, hay una necesidad imperiosa, que nos atrae hacia el Misterio Divino, y en el momento en que nos abrimos, y nos vaciamos de nuestro yo, (ego) reconociendo nuestra impotencia y pequeñez ante el CREADOR, es entonces cuando El puede llenarnos con su Espíritu Divino.

Jesús en Lc.11.13 dice “Dios va a dar su Espíritu a quien se lo pida”.

¿Puede la oración cambiar el rumbo de los acontecimientos? Si puede, pero tiene que venir, del fondo de nuestro ser, el deseo de creer, ésto no es fácil, muchas veces pedimos únicamente con el pensamiento, sin realmente sentir el fuego interno de la Fe, en lo que estamos pidiendo,. Jesús al hacer una curación, siempre les decía:”Tu Fe te ha salvado”. La Fe es energía, es vida que penetra en todo el ser y produce la sanación. Como en Lourdes y Medujorge que se dan las curaciones en un clima de Fe y una energía colectiva muy fuerte.

Sabemos que el ser humano, vive un proceso de crecimiento y desarrollo, y que se manifiesta en esos momentos de insatisfacción, donde se da cuenta de su carencia física, emocional, espiritual, y con el deseo de liberarnos del dolor y miseria, que nos produce ese estado, buscamos satisfactores, estados de conciencia de paz y armonía- Esta búsqueda de plenitud, sólo se va a dar cuando estemos unidos a Dios, cuando seamos uno con El.

En este capítulo Lenaers, nos hace ver que no somos conscientes de esa Necesidad Profunda que tenemos de Dios, y que todos esos estados de insatisfacción y búsqueda de satisfactores, es parte de descubrir que lo único que necesitamos es el AMOR INCONDICIONAL DE DIOS, Y cuando lo encontremos estaremos en la plenitud de nuestro ser.

ORACION POR OTRAS PERSONAS.

EL Universo está unido, todas las realidades están vinculadas, nosotros somos energía, en el momento que nuestras vibraciones se mueven hay movimiento en todo el cosmos, el estado dinámico es lo que nos caracteriza a todos como seres vivientes. Cuando nuestras peticiones se concretan en ese pensamiento positivo , abrimos un torrente de energía creadora.

Somos conductores de energía, en la medida en que nos abrimos y conectamos con Dios, esa energía sanadora armoniza nuestro ser. Pero tenemos que considerar, que muchas veces, hay pensamientos, bloqueos, que evitan que llegue la luz y penetre a todo nuestro ser.

En la tradición católica encontramos los intercesores, que son como mediadores, ante la idea de que nuestra oración no fuera escuchada quizá en el caso, de sentirse culpable, o también de identificación con el mediador, para muchos la Virgen María, constituye este papel de

Dios es el Amor Original, que penetra con su Espíritu el Universo entero, y que trata de manifestarse plenamente en cada ser.

Por último, el autor manifiesta, su preocupación de cómo la Jerarquía eclesiástica ha calificado al “Santo por su alta espiritualidad y signo de vida de admiración.” Sin embargo muchas personas no han sido canonizadas, y sin embargo su ejemplo de vida, ha dejado gran huella en la humanidad, y considero que más que ponerles un altar, y adorarles, reflexionar en aquellos logros que nos pueden dar luz en nuestro propio proceso de humanización. En la historia de la humanidad, hay muchas personas que no perteneciendo a la religión católica, han dado tenido vidas ejemplares, de las cuales podemos aprender mucho y lograr vivir de tal manera que podamos dejar un legado para las generaciones futuras. DE GOTITAS ESTA FORMADO EL OCEANO.











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jueves, 6 de octubre de 2011

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

COMENTARIOS DE MA. DE LOURDES JIMÈNEZ C. AL CAPÌTULO XVII

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

 Psiquicamente Enfermo o muy cerca de Dios, del Libro del P. Lenears, Otro Cristianismo es Posible.


Este capitulo que trata sobre el sentido y significado que tiene para el católico hoy en día, la mortificación, el sacrificio y la penitencia como medio de obtener el perdon de Dios por nuestro pecado, nuestra pequeñez y nuestra limitación, coincido con el P. Leaners que no son propias de una concepción del Dios de amor que sabemos por Jesucristo, que es el Dios Cristiano, el Dios Trino y amoroso que se nos da sin condiciones, que es todo misericordia sin limites y amor sin medida, un Dios que no quiere sacrificios ni penitencia de nosotros darnos y mostrarnos su amor y misericordia sin medida, que lo único que quiere para nosotros es una vida en el amor para el prójimo y para nosotros mismos, una vida con sentido y plenitud para todo ser humano.



El Dios del perdón condicionado al sacrificio, la auto-humillación y penitencia es un Dios mas humano que divino, es un Dios concebido por el hombre de acuerdo a sus categorías y conceptos humanos, que piensa, actúa y se comporta como un ser superdotado, todopoderoso y soberano, consciente de su grandeza y omnipotencia sobre sus súbditos, que todo lo controla, lo tiene a su servicio y por tanto, lo quiere a su gusto, placer y gozo, por lo que ante cualquier desviación a su plan u orden de vida, le desata en su colera y enojo, y no se contenta hasta que el transgresor confesa su culpa, la expia y se vuelve a someter a sus designios. Ese no es un Dios de amor, sino un Dios soberbio de su poderio y fuerza, enamorado solamente de si mismo y para si mismo, que utliliza a todos los seres de la creación, como sus siervos y subditos, que alaban y embellecen su corte y su reino.



Ese definitivamente no es el Dios que Jesus nos vino a enseñar como el Dios del amor y de la vida plena para sus hijos y criaturas; el Dios que está entre nosotros, que vive en nosotros y que nunca nos abandona, a pesar de que nosotros si lo olvidemos, lo ofendamos o inclusive lo neguemos, por que no lo podemos comprender, abarcar o entender, pero que por Jesucristo sabemos que es el que nos ama por encima de todo, que nos perdona de antemano nuestras fallas y pecado, y que en ese perdón sin condiciones, nos muestra que lo único que quiere para nosotros es una vida plena en el amor a nosotros mismos como a nuestro prójimo, que sea cada vez mas humana, significa que se desarrolle en el amor entre los hombres, en la justicia y la compasión para los que mas lo necesitan y sufren. Esa es la vida plena que Jesus vino a instaurar y la que entendemos como la vida de salvación para la que estamos todos destinados, la vida en el amor de Dios para hoy y para siempre.



Pero esa vida en el amor al prójimo y a nosotros mismos como forma de reflejar el amor de Dios por y en nosotros, y no una vida sujeta a controles y cortapisas que solo dan poder y autoridad a aquellos que nos controlan y vigilan en nombre de un supuesto Dios de amor y del bien supremo, no requiere de una cultura de la redención, de sacrificio, y de expiacion de culpa y de pecado, esto como ya lo señalamos no es congruente ni propio del Dios verdadero que conocimos en Jesus, esa vida en el amor y la compasión por el projimo como por nosotros mismos, requiere de una culltura de entrega y desprendimiento del amor propio por el amor al prójimo, de cuidado y compasión por el desvalido y marginado, de inclusion y aceptacion del otro como diferente a mi mismo, pero que me complelmenta, me acompaña y me hace mas humano, requiere de una cultura de agradecimiento y alabanza a Dios por la vida que nos da y que permite que nosotros la construyamos a nuestro gusto y para el bien de todos, por los innumerables dones y gracia que a cotidiano recibimos y que nos ayudan a hacer de nuestro de camino por la vida, una senda de amor, alegria y bienestar para todos los que vamos juntos en ese camino de plenitud y salvación que es la union plena con ese Dios de amor que parece inconcebible e inalcanzable, pero para el que siempre hemos estado destinados a regresar, y al que regresaremos.



Por estas razones, es que pienso que al cristiano de hoy mas que el Dios que pide sacrificios, de la mortificación, penitencia y reconocimiento de culpas para dispensar su perdón y expiación del pecado, requerimos recrear y reforzar en la vida misma, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo,a ese Dios de amor incondicional y misericordioso sin medida que quiere para nosotros la vida plena, la vida buena y abundante en amor y compasión por el prójimo, como una forma de alabar y recrear ese amor de Dios en nosotros.



No es que se niegue ni se minimize la existencia del pecado y del desamor entre los hombres, que solo daño, alienación y muerte propaga, y que nosotros lo encendemos, y lo fomentamos, sin que después nos podamos salir de ese circulo vicioso por nuestras propias fuerzas, por ello si creo que sabiendo que este mal existe y que nosotros solos no podemos controlar, es que debemos insistir en hacer presente y vivo en nuestra conciencia que con el amor de Dios que vive y actúa en nuestro ser, podemos revertir el mal generado, combatirlo y eliminarlo, y que el camino siempre es compartir el amor de Dios en nosotros con el prójimo, ser compasivo a su dolor y sufrimiento, y hacerme uno con el en ese camino de sanación y recuperación del amor negado o perdido.

martes, 4 de octubre de 2011

APORATACIÓN DE ANA LAURA JIMÉNEZ C. AL CAPÍTULO XVI

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)
Hoy se está perdiendo la “conciencia de pecado” nos dicen con preocupación algunos agentes de la evangelización. Algunos párrocos recomiendan a sus catequistas que introduzcan puntos de vista y lenguajes más modernos en su tarea evangelizadora, siempre y cuando los niños no pierdan “la conciencia de pecado”. Yo creo que tienen razón en preocuparse ya que es cierto que se está perdiendo esta conciencia , pero esto no se debe ni a la secularización ni al olvido de Dios, y sí creo que la razón de tal preocupación tiene mucho que ver con la preocupación de perder el control que ha tenido hasta ahora la jerarquía eclesiástica.

Creo que concepto de pecado debe de replantearse no sólo desde lasa ciencias humanas especialmente la psicología que nos dice que las conductas destructivas del ser humano son básicamente resultado de la falta de satisfacción de necesidades básicas, sobre todo de la necesidad de amar y ser amado, sino sobre todo desde una teología “teónoma” como diría el Padre Lenaers, , y en este replanteamiento podría resultar para algunos como yo que ya no tiene sentido el seguir hablando de “pecado” y menos como un concepto central en la doctrina cristiana de la fe.

Existe la tendencia a abordar la realidad del pecado reduciéndolo a sus consecuencias éticas y no mirando su raíz, por lo que es necesario plantear esta realidad desde su realidad ontológica, es decir, desde su fundamento. ¿Quién sabe lo que es el pecado?” decía en la Vulgata, el verso de un salmo que ha hecho meditar a generaciones de cristianos. ¿Quién se da cuenta de sus yerros? (Sal. 19, 13) Al menos una cosa se puede responder con seguridad que ni el hombre, ni tampoco ninguna teología, ética o filosofía pueden explicar lo que es el pecado.

El Padre Lenaers nos dice que desde un lenguaje teónomo, figurado pero más intramundano y más acorde con los tiempos, detrás de lo que hemos llamado “pecado” se esconde esencialmente la angustiosa experiencia de una ruptura en la relación entre el ser humano y su fundamento original y santo. La Biblia introduce al ser humano en la historia de la creación como hecho a imagen y semejanza de Dios, esto significa que la naturaleza fundamental de nuestra naturaleza es que lleva inscrita en ella a Dios como destino suyo. Creo que la diferencia entre el ser humano y cualquier otra criatura es que su humanidad o naturaleza humana consiste en su relación con Dios, es decir, el género humano no se apoya o se basa en sí mismo, sino en la relación del ser humano con Dios. SI CESA LA RELACIÓN EL SER HUMANO NO ES YA LO QUE CORRESPONDE SER. Aunque muchas voces a lo largo de nuestra historia han negado esta realidad, la perspectiva de una fe cristiana adulta es que el ser humano, desde el primer momento de su existencia, se manifiesta como un SER EN RELACIÓN, es decir, que empieza a existir gracias a otro e inmerso en la realidad de otro que le acoge. De aquí que el aislamiento y la ruptura de relaciones no sean lo propio para el desarrollo de la persona humana, CUYA POSIBILIDAD DE PLENO DESARROLLO SÓLO PUEDE DARSE GRACIAS A LA RELACIÓN, que no es sino la referencia a Otro, a Dios que es “Todo en Todo” (l Cor 15,28) Dicho de esta manera, la naturaleza humana del hombre, en este mundo, consiste en una RELACIÓN DE AMOR CONFIADO HACIA DIOS y en AMOR DIVINO HACIA EL HOMBRE.

Cuando el hombre se aparta de Dios la imagen se deforma y se rompe. Si Dios se apartara del hombre, su imagen se perdería completamente y el hombre dejaría de ser humano para siempre. Desde esta perspectiva, en cualquier relación, a cualquier nivel de relación de que se trate, sea cual sea la relación en que se viva, PODRÍAMOS ABORDAR EL PECADO COMO EL NO RECONOCER QUE DIOS ES TODO Y QUE EL SER CREADO ES EL SER PARTICIPADO Y QUE LO TANTO DIOS ES TODO EN CADA RELACIÓN, en cada uno de nuestros actos, como finalidad y como método. De esta manera podemos entender el pecado como el no reconocer a Dios como origen, es decir, como motivo y como finalidad. El pecado es idolatría de nosotros mismo y en la Biblia se le resume en último término como idolatría, y es “el padre de la mentira” quien actùa para extender la posibilidad racional de la idolatría.

Pero la buena noticia que nos trae Jesús nos devela el AMOR misericordioso del Dios creador que es Padre, que es nuestro origen y nuestro Destino, nuestro acompañante perenne. “Yo estaré con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mt 28, 20). Esta es una afirmación suprema del Amor creador y ¿qué es lo que le pueden añadir las palabras misericordia, perdón, expiación, reparación, etc., a la palabra amor? Nada. Sin embargo, la palabra “misericordia” sí le puede añadir algo al amor: el factor del misterio por el que todas nuestras medidas e imágenes se rompen. La misericordia es la actitud que tiene el Misterio ante cualquier debilidad, olvido o error humanos: DIOS, FRENTE A CUALQUIER DELITO QUE COMETA EL HOMBRE, LE AMA. Es por eso que no se puede mendigar a Dios Padre más que abandonándose a su misericordia.

domingo, 2 de octubre de 2011

A PROPÒSITO DEL CAPÌTULO XVI APORTACIÒN DE MA. DE LOURDES JIMÈNEZ C.

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

Comentarios al Capitulo XVI, "El Camino de la Curación Interior"


En este capítulo XVI de su libro, Lenears se refiere a que el uso de conceptos como "Pecado" "Culpa" "Confesión", "Contrición", "Perdón", "Salvación" o "Condenación", están todos cargados de contenidos e imágenes heterónomas, y que en su opinion, estos conceptos asi concebidos, hoy tienden a desaparecer y a eclipsarse ante la perdida de la llamada "conciencia del pecado" que caracteriza a estos tiempos de la actualidad. La razón, dice Lenears, es que son conceptos que han perdido su contenido y significado para el cristiano moderno, que son claramente terminos y expresiones de origen heterónomo, es decir, que nos llegan desde afuera y arriba, y no desde la vivencia de un Dios de amor y misericordia sin limites que para los cristianos se expresa y realiza a plenitud en la persona de Jesus de Nazaret. Para el cristiano de hoy estos conceptos en lengluaje heteronomo no le dicen ni le reflejan nada de ese Dios de Amor que es Jesus y el Padre, por eso no es de extrañar que cada vez estos conceptos se vayan vaciando de contenido, significado y sentido, y que acaben finalmente por nulificarse y hacerse letra muerta, pues no son representativos de ese Dios de amor en el que todos creemos y experimentamos a través de Jesus.

Coincido plenamente con Lenears en que todos estos conceptos requieren, o bien reformularse y explicarse en un sentido mas "teonómo", es decir desde abajo y adentro del corazón del hombre, y que es el caso del pecado, del perdón, de la culpa, la redención o la salvacion, y que hay otros conceptos que deben desaparecer del lenguaje cristiano, como son, en mi opinion, el de la Confesión obligatoria, el del pecado original y hereditario, el del pecado mortal o grave que de no haber sido perdonados a la muerte, producen la eterna perdición, o de los pecados "del espíritu", que ni siquiera en el cielo pueden ser perdonados, de la penitencia, castigo eterno y condenación, que son todos conceptos ajenos, e, inclusive, contrarios con la idea de un Dios de amor y misericordia sin limites, que se da y se entrega sin medida y sin condiciones a sus criaturas y que como Padre por excelencia, todo lo perdona, todo lo da y se entrega sin limites para la gloria y plenitud eterna de sus hijos, por lo que la idea de un Dios que solo está esperando la contrición, el reconocimiento y la humillación de sus hijos pecadores, ignorantes y debiles, para así ser congraciado y aplacado en su ira, habla de un Dios violento y castigador con el hombre, que está muy dispuesto inclusive a condenarlo si es que este no se arrepiente de sus pecados, propio de un Rey o Soberano mas humano, de un "potentado terrenal" como dice Lenears, y no del Dios del amor sin medida cuyo rostro nos ha enseñado Jesucristo.
El pecado como ruptura de la relación con Dios, es un problema como dice Lenears mas del hombre que cae en la cuenta de su acción o conducta para con Dios que es todo misericordioso y que ello mas que incomodar a Dios, le produce al hombre que peca, una angustia y miseria existencial que lo hunde en el mas horrible desamparo y soledad, por lo que solo querrá restablecer su relación que estima perdida con Dios, y no un motivo de cólera y enfado para Dios que debe ser apaciguado, aplacado y contentado para que reciba de nuevo al pecador en su cuidado y amor. Ese no seria ni siquiera la reacción natural de un padre terrenal con el hijo que le ha fallado, cuanto menos podría ser la reacción del Padre de los cielos. Por su parte, el perdón que nos da el Padre ya ha sido dado de antemano al hijo desde su creación amorosa, el pecador ha sido perdonado inclusive antes de haber pecado, pues ese Dios de amor lo único que quiere para sus criaturas es su bien total y pleno, por eso a pesar del hombre ese Dios siempre lo estará atrayendo, buscando, perdonando y acogiendo.
Por cuanto a la confesión como sacramento, Lenears la llama mejor como el sacramento de la sanación, de la renovación y curación y lo ve, mas que debiendo ser una exigencia que le viene al hombre desde afuera, una decision libre y voluntaria del hombre que cae en la cuenta de su pecado y debilidad y que arrepentido de su rechazo al Dios que lo ama, quiere restablecer esa relación, sanar su alma y regresar al regazo de su Dios, que por cierto, nunca lo habrá abandonado, y que, por el contrario, en cuanto más debil y frágil este su criatura, mas estará buscando su regreso a la armonía y paz de su corazón, mas presto estará haciéndose presente y cercano para curar su aflicción y angustia.

Estas son las formas y términos en sentido teonómico, como yo entiendo al pecado, la confesión y el perdón, como el deseo que sale del hombre de curar su pecado, de expiar su culpa, y mostrar su arrepentimiento, de ahi su necesidad de confesar su pecado, debilidad y rechazo al amor de Dios en su vida, para así restablecer en lo interior, la certeza de ese amor que nunca se extingue, que siempre le está listo y presto para extender y acoger en su debilidad y limites, por que de El somos y a El estamos en camino de regresar, aun cuando no lo sepamos o queramos expresar, por que el amor de Jesus y del Padre por conducto de su Espíritu, no tiene limite, ni condición, ni medida, es total, pleno y absoluto para con sus criaturas.

lunes, 26 de septiembre de 2011

APORTACIÓN DE ELISA ZEEAVERT AL CAPÍTULO 17

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

CAPÍTULO XVII: SACRIFICIO Y MORTIFICACION


Este tema, me ha dado mucho en qué pensar, por todo el marco cultural en el que crecí, donde el sacrificio venía a ser parte de la vida del cristiano.

No sólo se vivía en la liturgia y que aún se siguen manejando conceptos como el sacrificio de la misa, sino también en la vida de pareja, en la sumisión de esposa, de madre, el cargar con la cruz, con la culpa de no ser lo suficientemente buena abnegada, paciente….Porque de acuerdo al sufrimiento vivido con amor, se tendría la recompensa del cielo.

El masoquismo de aguantar lo inaguantable, todo porque Dios así lo había mandado..

Sin embargo, se puede ver el otro lado de la renuncia, del sacrificio, por un bien mayor.

San Ignacio, es sus ejercicios espirituales, cuando nos habla del Principio y Fundamento del ser humano ante el Plan de Dios, nos dice : el hombre debe verse a sí mismo, al mundo y todas las cosas con los ojos, sentimientos y deseos de Dios. Por lo tanto, debe usar todas las cosas en cuanto le ayuden para su fin, y debe apartarse de ellos en cuanto se lo impidan. Es necesario hacernos indiferentes, ante todo lo creado, y de tal manera que no se busque:

-Más salud que enfermedad

-Riqueza que pobreza

-Honor que deshonor.

- Vida larga que corta.

Solamente deseando y eligiendo lo que más nos conduce al fin, para el que hemos sido creados.

La indiferencia es la libertad interior, que nos permite tomar distancia, muchas veces, tenemos que quitar los apegos , cadenas y aficiones desordenadas, para integrarlos y realizarlos en una meta que nos permita ser sinceros con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. La creación es un acontecimiento salvífico, y todo está orientado a través de Cristo para llegar a su plenitud.

El dolor, también se vive en forma distinta, hoy día ya no se soporta ni el mínimo dolor. Nos movemos por la ley del menor esfuerzo, las comodidades, la búsqueda del placer..esta situación nos vuelve también vulnerables, cuando nos llega un dolor que no sabemos cómo enfrentarlo.

DIOS, no desea el sufrimiento ni la mortificación de los seres, nos ha hecho para la vida, sin embargo, cuando aceptamos el dolor, éste nos lleva a lograr fines superiores. Sólo cuando perdemos algo, consideramos lo que es verdaderamente valioso¡

En el budismo, como filosofía de vida ,nos enseña a no buscar el goce, ni tampoco el sufrimiento, sino sólo lo que nos conduce al objetivo propuesto, y rechazar todo aquello que impida alcanzarlo.



OPCION POR EL BIEN MAYOR

Ascética.—El asceta de la cultura actual, se refiere a aquél, que no se da ningún gusto y que controla sus impulsos para no apartarse de los caminos de Dios. La palabra askesis: viene del griego que quiere decir ejercicio.

Trabajar para ejercitar la libertad interior y la sabiduría , agradeciendo a Dios tanto las alegrías como las penas, sin aferrarnos, con una actitud de receptividad, porque todos los bienes son medios para ayudarnos a crecer y lograr niveles superiores de bienestar.

Hoy en día, los jóvenes se ejercitan corriendo tramos de 20 km a 40 km, me pregunto, como pueden resistir tanto agotamiento, dolor físico etc, muchos de ellos, participando de sus experiencias, al correr la mente se enfoca con niveles de conciencia superiores, donde se encuentra el silencio y las posibilidades del ser y trascienden todo dolor físico, hasta completar la carrera.

Para terminar, me gustaría enumerar la frase del autor: El sufrimiento debe ser visto con coherencia con Dios , con el cuadro mental, de que todo lo que nos pasa es para el bien de los que aman a Dios ,descubriendo esa perla escondida que nos lleva al discernimiento de distinguir y valorar,el camino que nos lleva al encuentro con Jesús

DESDE EL PRINCIPIO SOY OBJETO DEL PENSAMIENTO Y DEL CUIDADO DE DIOS, DEPENDO DE EL, COMO OBRA SUYA. ENTRE DIOS Y YO EXISTE UNA RELACION PERSONAL Y PROFUNDA: YO SOY TAMBIEN SU HIJO.

¿Qué padre no desea que su hijo sea feliz, y crezca sabiendóse amado por todo y por todos?

Quisiera hacerles llegar esta conclusión sobre las convicciones de vida :

SOY UNA PERSONA LIBRE ORIENTADA A CRISTO DESDE EL PRINCIPIO.

CON UNA FINALIDAD QUE PUEDO ACEPTAR O RECHAZAR Y ASI CUMPLIRME O NO CUMPLIRME REALIZARME O FRUSTRARME-

ESTOY RODEADO DE PERSONAS Y COSAS, YO MISMO FORMO PARTE DE UN TODO. TODO TIENE PÓR OBJETO AYUDARME A MI Y TODO EL MUNDO QUE ME RODEA, A SU REALIZACION PLENA.

POR LO TANTO DEBO TENER ESTIMAR Y USAR LAS COSAS EN FUNCION DEL FIN.

PARA ESO ES NECESARIO SER LIBRE ANTE LAS SITUACIONES Y PERSONAS QUE QUIERAN ESCLAVIZARME.

HE DE SER LIBRE ANTE LA FORMA Y EL MODO EN QUE TENGA QUE VIVIR SIN PODERLO REMEDIAR PORQUE EN ESO TAMBIEN SE VIVE LA VOLUNTAD DE DIOS, CUANDO ACEPTO CIRCUNSTANCIAS DE VIDA.

LIBRE ANTE EL DINERO Y LA FORMA DE ADQUIRIRLO, DE TAL MANERA QUE NI EL DESEO DE RIQUEZA NI LA POBREZA ME QUITEN LA LIBERTAD PARA SEGUIR Y SERVIR A JESUCRISTO.

LIBRE ANTE EL AMOR Y PARA AMAR. DE TAL MANERA QUE NO ME ESCLAVICE EL DESEO DE GANARME LA APROBACION DE LOS DEMÁS NI SU RECONOCIMIENTO.

LIBRE ANTE LA VIDA Y SER FELIZ, Y AGRADECER TODO LO QUE RECIBIMOS CON AMOR.

SAN IGNACIO DE LOYOLA

LA MAYOR GLORIA DE DIOS CONSISTE EN EL PROGRESO Y EL DESARROLLO INTEGRAL DEL HOMBRE Y LA VIDA DEL HOMBRE EN SU UNION CON CRISTO.( SAN IRENEO)

viernes, 16 de septiembre de 2011

APOARTACIÓN DE ELISA ZEEVAERT AL CAP. 16

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

EL CAMINO DE LA CURACION INTERIOR


Quisiera empezar recordando a Juan el Bautista, este profeta que inicia su predicación rompiendo con el sistema de los ritos de purificación y perdón que se tenían en el pueblo judío- Sabe que su misión es preparar el camino a Dios, su objetivo era buscar la conversión radical del pueblo de Israel, llamaba al arrepentimiento y al compromiso con un cambio radical.

Cuando Jesús llega, les anuncia la Buena Noticia, de que Dios le ha dado el Don de la Salvación, en ningún momento es un moralista, no habla de castigos ,sólo de la vida y del Amor de Dios por todos nosotros, su opción fundamental, la hace por los pobres, los rechazados, los enfermos, y hasta agrega en su mensaje, que El no ha venido por los sanos, sino por los pecadores, enfermos, necesitados de Dios.

Sin embargo, el sacramento de la confesión lleva en sus raíces, el enfoque de miedo y temor ante la Ira de Dios. La conciencia de sentirse alejado del Amor de Dios, es lo que en un momento, debiera llevarnos a cambiar, a la búsqueda de esa paz y armonía interior.

La persona humana tiene un proceso de crecimiento y desarrollo, dentro de la trayectoria de su vida, toma decisiones, unas buenas , otras no tan positivas, pero todas ellas forman parte de su aprendizaje, y muchas veces, solamente cuando caemos en lo más abajo, cuando el hijo pródigo se da cuenta, de lo que había perdido, empezando por la lejanía de su padre y hermano, decidió regresar a casa…..en palabras, actuales le llaman “ tocar fondo”, cuando alguien se enfrenta a su realidad, cuando abre la mente y el corazón, y reconoce el mal que ha estado haciéndose así mismo, y a todas las personas que ama…Este momento, es lo le llamamos contrición, es reconocer la pérdida y sentir el dolor en el alma.

Reconocer nuestra naturaleza humana, débil y frágil, sujeta a todos los vaivenes de la vida, pero a su vez reconocer que Dios nunca nos abandona, y que en aquellos momentos sombríos, El está presente, fortaleciéndonos y enseñándonos el camino de salida.

Sin embargo, muchas veces, nos cuesta trabajo reconocer Su Voluntad y romper las capas de orgullo y soberbia, que no nos dejan ver, y sentir Esa Mano Amorosa de nuestro Creador.

Hoy día, se habla de que se está perdiendo la “conciencia de pecado” porque los creyentes católicos ya no asisten a confesarse, seguramente serán las mismas razones por las que ya no asisten a misa, porque la forma establecida, ya no llena el anhelo de sentir ese auténtico deseo de un cambio existencial.

Hay grupos de crecimiento, que trabajan con el deseo de apoyarse en la búsqueda de una forma más sana de relacionarse, donde se trabajan sobre las limitaciones y su utilizan herramientas, experiencias y principios, para que cada uno en forma personal y con ayuda de Dios encuentre una vida más plena. No hay juicios ni consejos, sólo el deseo de vivir la vida con Armonía Interior.

Jesús sanaba desde la profundidad del ser humano, cuando éste reconocía su condición de impotencia y la necesidad de ser salvado por El, como nos dice el Padre Lenaers:”

PROCESO INTERIOR OPERADO POR DIOS EN LA RENOVACION DEL SER HUMANO”.

¡¿Cuántas veces tenemos que caer? para darnos cuenta, que solo El es el Camino la Verdad y la Vida.¡ Muchas, porque cada vez, que tengo que levantarme, me doy cuenta, que mi carga es más ligera, hasta que llegue a El sin nada más que mi corazón lleno de amor, y mis manos vacías abiertas, para recibir Todo de El.

domingo, 14 de agosto de 2011

COMENTARIOS DE ALMA PATRICIA JIMÈNEZ DE ROJÌ AL CAPÌTULO XV

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

La Eucaristía:

El centro de la misa es el memorial de entrega de Jesús, en donde se repiten las palabras de la ultima cena, donde su cuerpo y su sangre se transforman en alimento que da vida y que nos acompaña siempre que queramos acercarnos a recibirlo, suele llamarse el Sacrificio de Jesús, palabra que me parece una mala traducción porque también una entrega puede ser considerada sacrificio si este implica un bien mayor, se sacrifica algo inmediato para lograr un bien futuro, aunque yo siempre he visto la Eucaristía, como un rito lleno de símbolos que me recuerdan lo que es amar hasta el extremo, ¡Como amó Dios al mundo, que nos envió a su Hijo!.

Jesús siendo un hombre de su tiempo y de una cultura ligada a un solo Dios Yahvé, se desenvuelve en un contexto, y la misa va respetando cada paso, tomar un día a la semana como día del Señor, para darle gracias, para honrar y alabarlo, con las escrituras del antiguo testamento recordamos las bases de la religión profesada por Jesús y sus padres.

Jesús lleno del Espíritu Santo, va a transformar todo lo recibido en su mundo, el día del Señor, el sábado, día de la ley, que impide actuar, lo transforma en día glorioso de resurrección, día de celebración y comunidad, donde se recuerda la ultima cena, convivencia de amigos, que iluminados por el amor, todo lo comparten, quien pone el ejemplo de vida es Jesús, y así escuchamos el Evangelio, como razona Jesús con parábolas como ve Jesús que debe ser el mundo, que por amor es capas de desprenderse de todo y lo pone como alimento al espíritu, ¡ hagan esto en memoria mía!, esta es la vida plena, que no termina, ni pasa nunca, la vida basada en el amor, es donde siempre está Dios, no importa lo que suceda, lo que duela , estoy seguro que en el amor esta siempre Dios, el Bien Mayor.

Y cuando se enfrenta a aquellos que están en su contra, de acuerdo a sus creencias les dice mi reino no es de este mundo (mundo de envidias, de odio, de abuso y poder sobre el prójimo) mi mundo es otro, el Reino de Dios, mundo de amor, de caridad, de compartir con el prójimo, este nuevo mundo esta más cerca en cada momento que más personas nos convertimos en sus seguidores, que yo soy capaz de morir a mi misma, por amor a Dios y al prójimo, para resucitar gloriosa con El y sé que este mundo vendrá y Dios será todo en todos.

Amén, así sea.



jueves, 11 de agosto de 2011

COMENTARIOS DE ELISA ZEEAVERT AL CAPÌTULO XV

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

COMUNION


El reflexionar sobre el Sacramento de la Eucaristía, me ha dado la oportunidad de profundizar en la esencia del mismo.

La Fe, antes de vivirla, debemos comprenderla, sobre todo hoy día, que la humanidad está despertando a nuevas formas de misticismo, lo cual , nos lleva a comprender como Dios nos habla de diferentes maneras.

Jesús , en la última cena, sabiendo que su muerte estaba próxima, nos deja un Mensaje de Vida, toma el Pan como símbolo de alimento , se hace El para nosotros Pan de Vida. El alimento espiritual que sus discípulos recibieron, y que a partir de ese momento Jesús, nos invita a vivir con la conciencia de que Su Espíritu permanece en nosotros, dándonos la fuerza y la luz que necesitamos en nuestro camino, esa fuerza liberadora que nos invita a vivir en un mundo de paz y amor.

Toda la vida de Jesús, nos despierta al gran Amor que Dios siente por nosotros, y Jesús nos hace llegar este mensaje sus palabras, con sus actitudes y la forma en la que va reaccionando en cada una de las situaciones que se le presentan, su pensar, su sentir y su actuar en total coherencia con su Mensaje, lleno de alegría de optimismo, de vida…en ningún momento, quiere sacrificios para expiar nuestras culpas, tampoco como hoy se celebra el culto de la Eucaristía como sacrificio, cuando la misma palabra significa “Acción de gracias”.

Me imagino la postura de humildad de sus discípulos ante su Maestro, la escena en que Jesús les lava los pies, esta costumbre que se reservaba para los grandes señores.

El Hijo de Dios, nos lava los pies, para enseñarnos, el valor del servicio, el valor de darse a los demás. Recordar la última cena, no es recordar su Muerte, es despertar a la Vida Verdadera, al deseo de asemejarnos a El, y ser alimento para los demás, es el don de sí mismo, hacia la misión encomendada: SER EL CAMINO DE LIBERACION Y SALVACION PARA LA HUMANIDAD.

JESUS…. YO SOY EL CAMINO LA VERDAD Y LA VIDA



Ser sus seguidores no es fácil, ni en aquel entonces ni en el ahora, quizá tengamos que pararnos ante las autoridades para dar testimonio de lo que creemos, son tiempos de Fe. Son tiempos de cambio, de reflexión y vida.

Cada momento, en el que vivo la celebración eucarística experimento un momento de profunda reflexión y conexión con Jesús-Son momentos tan místicos y sagrados, que me fortalecen y me llenan de paz y de alegría.

La comunión con la que Dios nos llama, no es solamente es para estos momentos los domingos, ni tampoco está dirigida a unos cuantos privilegiados que se acercan a recibir la hostia, Dios nos llama a todos por igual. Por esta razón, no estoy de acuerdo, el que la jerarquía católica niegue la comunión o bien no permita recibirla a quienes nos cumplan con sus preceptos, me parece, que no es congruente con el mensaje de Jesús, que nos llama a reconocer en el Pan Eucarístico a Jesús, y a sentirnos atraídos hacia su Mensaje y su Vida.

Su Presencia real en la comunidad nos recuerda la COMUNION como Pueblo de Dios unidos por El mismo Espíritu de Amor. Como dice San Pablo somos el Cuerpo Místico de Cristo, donde El es la cabeza, y todos formamos su Cuerpo.

Es triste ver ,como muchos han dejado de asistir a la celebraciones los domingos, ojalá pudiéramos recordar a las primeras comunidades, en donde el significado profundo de compartir el pan y el vino, era recordar de una manera viva y presente el mensaje y el corazón de Jesús.

Como los sarmientos que sólo existen porque la Vid, les da la vida¡

El Padre LENAERS dice que para muchos cristianos el culto central es la Eucaristía, creo que es el momento en que todos nos unimos con el corazón de Cristo ,y al igual que sus apóstoles en ese último adiós, saber que nada ni nadie puede separarnos de Su AMOR.

martes, 9 de agosto de 2011

RESPUESTA DE ANA LAURA JIMÉNEZ C. A LOS COMENTARIOS DE MA. DE LOURDES JIMÉNEZ DE PADIERNA SOBRE EL CAPÍTULO 15

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)


RULITA: Creo que tocas el meollo del problema que tenemos los que honestamente estamos tratando de darle un sentido a la liturgia de los sacramentos. Ese sentimiento de ambivalencia creo que yo lo tengo respecto a todos los sacramentos, no encuentro en ellos a un Dios amor, no encuentro en ellos a Jesús, no experimento un encuentro existencial con El ni descubro su mensaje de vida, más bien siento un mensaje tétrico, morboso, que fomenta culpas, miedos, advertencias, etc.

Me da mucho gusto que la reflexión sobre el Capitulo XV de Lenears, te haya revelado que lo que has sentido como rechazo a la Eucaristia, “no es al sacramento entendido como un Memorial de la vida de Cristo y de su amor a Dios y al prójimo, sino a ese contenido heterónomo y formal que se la ha dado a la misa y a la comunión, y que la Iglesia Jerárquica ha impuesto y se opone a cambiar o flexibilizar y aligerar, sino que por el contrario, insiste en verlo como algo sádico, masoquista, morboso, en donde nos insiste en que hay que pedir una y otra vez perdón y misericordia a Aquel que desde siempre nos ha perdonado y que es rico en misericordia…

Con la lectura también de grandes teólogos como Juan Luis Herrero del Pozo, caemos en cuenta de por qué nos aburren tanto las eucaristías y qué bonito sería el celebrarlas tal y como Jesús lo hizo, asistir a la eucaristía en esas condiciones no sería una obligación sino un derecho que defenderíamos.

También me parece muy importante que subrayas el verddero valor de la eucaristía, que es como diria Lenears, el memorial de la vida y el amor de Jesus que se nos recrea y que volvemos a recordar en este sacramento, o el sacramento de la comunión que nos hace presente y nos recuerda que Dios siempre está activo y vivo en nosotros como ejemplo a seguir en nuestro respectivo camino.

Yo creo que es totalmente comprensible que a ti, a muchos de nosotros y especialmente a las nuevas generaciones, con ese lenguaje heterónomo de que se ha nutrido el ritual, la Misa tiene un lenguaje que poco te toca, que poco te dice, que no te relaciona ni te acerca más a un Dios de amor y misericordioso, sino a un Dios que en realidad es una caricatura deformada del Dios de Jesús.

Dices que el compromiso de asistir a Misa se crea sin convicción de ser cumplido, sino solo por seguir un ritual vacío de contenido, pero necesario para seguir perteneciendo a esa Iglesia que se nos dice, Él instituyó en la cabeza de Pedro, por lo que aquel que no cumple con el ritual en la forma y con la periodicidad que exige ésta su Iglesia, entonces ése está fuera de la comunidad, pierde el estado de gracia, y por lo tanto, acaba siendo en el mejor de los casos, un miembro pasivo de la Iglesia, y por tanto, "católico de segunda" que no observa los ritos y sacramentos. A mí todo esto me molesta mucho porque veo la forma en que nos ha manipulado aquellos que estaban para darnos a conocer el mensaje de Jesús.

Los sacramentos, dices bien, no son mas que medios y no fines para saberse amados y acompañados siempre por Cristo, y su sentido y razón de es que nos permiten recrear el amor de Jesus a Dios Padre y al prójimo, de revivir su presencia entre nosotros, y no meros pasaportes o llaves para acceder y obtener al amor de Dios, que nos es dado desde siempre, como también, su perdón y salvación igualmente dados de antemano. ¡Por supuesto que sí!!

Tu conclusión debería ser tomada muy en serio por cualquiera que se diga cristiano y más si es adulto: “debemos como comunidad eclesial abandonar y cambiar la teologia del sacrificio y de la muerte en la cruz por nuestros pecados que se le ha dado a la Eucaristia y a la misa, para llegar a una teologia del "memorial" o del "recuerdo" y "celebración" de la vida de Jesus como una forma de recrearse y dársenos permanente y reiteradamente a nosotros en el pan y en el vino consagrado que recibimos y hacemos nuestro, no por que en el se encuentre real y materialmente la sangre y el cuerpo de Jesus, sino por que ese vino y ese pan son formas simbólicas y representaciones materiales o imagenes que nos recuerdan a Jesus de Nazareth vivo y presente en nuestras vidas, transformando y tocando con su amor nuestra existencia, para ser cada vez una mejor persona, en el amor a Dios que se realiza en el amor al prójimo.

¡! MUY BIEN DICHO!!

El recuerdo vivo, este "memorial" de la Eucaristía, vuelve a hacer presente a Jesús y de una forma creativamente eficaz en la vida de aquellos en quienes esta memoria se despierta, dice Lenaers, ese memorial debería tener ese influjo enriquecedor para la existencia, y el comer y beber es solo el medio para ello. Por eso, como dices, se entiende que ahora muchas personas que sí quieren seguir a Jesús, ya no quieren participar de la Eucaristía.

Precisamente la Eucaristía con la que celebramos el final del retiro que te platiqué, la vivimos como un encuentro existencial con ese Jesús que se hizo nuevamente presente en nuestras vidas, en el que “evidenciamos cómo vive y actúa en nosotros”, de cómo amó al Padre y a cada uno de nosotros… tal y como tú lo expresas bellamente.

Muchas gracias por estos comentarios tan enriquecedores...



COMENTARIO DE MA. DE LOURDES JIMÉNEZ C. AL CAPÍTULO XV

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

Comentarios de Ma. de Lourdes Jimenez Codinach


al Capitulo XV, "Tomar y Comer, Tomar y Beber" del Libro del P. Roger Lenaers "Otro Cristianismo es Posible".



Ha sido este Capitulo XV de todos los que hasta ahora he leído y reflexionado del libro del P. Lenears, el que mas me ha ayudado a entender el por que ese sentimiento de ambivalencia que tengo frente al sacramento de la eucaristía y que por tanto tiempo ha sido motivo de culpa, remordimiento e incongruencia en mi vida como cristiana, y que no por esto ha dejado de existir y preocuparme, pero si ha aligerado esa carga que siempre he llevado al comparar mi religiosidad con la de mi mamá o de algunas de mis hermanas y hermanos que la abrazan y reconocen con el mismo amor que el que tuvo toda su vida mi madre.



Ambivalencia he tenido y tengo con el sacramento de la eucaristía, sobre todo con la misa dominical o la de las fiestas de guardar obligatorias (como también la tengo con el de la confesión de por lo menos una vez al año), que por un lado, rechazo y me rebelo a cumplir, o, en el mejor de los casos, me son indiferentes, y no me dicen nada, sino solo son rituales que se que tengo que cumplir, pero que no me dicen o inspiran ninguna comunicación o relación mas profunda con Dios o con Jesus; mientras que por otro lado, el sacramento de la comunión, ha sido siempre un ritual que quiero repetir y no dejar, pues ello siempre me trae un momento de compenetración, unión e integración o acompañamiento con la persona de Jesus, de Dios Padre y de su Espíritu, como una forma de sentirme envuelta en su amor, presencia y compañía.



¿Cómo es entonces que por un lado hay esta insensibilidad y rechazo con la eucaristía o Santa misa que nada me dice o aporta, y por otro lado, tanta plenitud y gusto por la comunión como símbolo del cuerpo y alma de Jesus en mi?



El Capitulo XV de Lenears, me ha revelado que quizas lo que he sentido como rechazo a la Eucaristia, no es al sacramento entendido como un Memorial de la vida de Cristo y de su amor a Dios y al prójimo, que es lo que Lenears, llama a la Eucaristia en lenguaje teonómico, sino como un rechazo a ese contenido heterónomo y formal que se la ha dado a la misa y a la comunión, y que la Iglesia Jerárquica ha impuesto y se opone a cambiar o flexibilizar y aligerar, sino que por el contrario, insiste en ver a la Misa como un recordatorio de la pasion, muerte y resurreccion de Jesus, de su sacrificio por los pecados de todos los hombres, quienes a cambio de su sacrificio en la cruz, imploran su perdon y penitencia para sanear su cuerpo y alma con el alimento del pan y vino transformados en la carne y sangre de Jesucristo que en forma real y presente, aunque no entendible, ingresa en nuestro cuerpo e ilumina nuestro espíritu.



El rechazo o insensibilidad y aburrimiento con la misa, es entonces, no con el "memorial" como diria Lenears, de la vida y el amor de Jesus que se nos recrea y que volvemos a recordar en este sacramento, o el sacramento de la comunión que nos hace presente y nos recuerda que Dios siempre está activo y vivo en nosotros como ejemplo a seguir en nuestro respectivo camino, sino con ese lenguaje heterónomo de que se ha nutrido el ritual, es un lenguaje que poco me toca, que poco me dice, que no me relaciona ni me acerca más a un Dios de amor y misericordioso, sino a un Dios enojado con el hombre, que solo se aplaca con el sacrificio que se le ofrece, y, que solo perdona por que se lo pedimos y rogamos con el proposito de que no volveremos a incurrir en la falta, aunque tan pronto lo pronunciamos, volvemos a pecar, pues es un compromiso que se crea sin convicción de ser cumplido, sino solo por seguir un ritual vacío de contenido, pero necesario para seguir perteneciendo a esa Iglesia que se nos dice, Él instituyó en la cabeza de Pedro, por lo que aquel que no cumple con el ritual en la forma y con la periodicidad que exige ésta su Iglesia, entonces ése está fuera de la comunidad, pierde el estado de gracia, y por lo tanto, acaba siendo en el mejor de los casos, un miembro pasivo de la Iglesia, y por tanto, "católico de segunda" que no observa los ritos y sacramentos, que no son como dice Lenears, mas que medios y no fines para saberse amados y acompañados siempre por Cristo, cuando el sentido y razón de ser del rito, es que nos permite, como dice Lenears, recrear el amor de Jesus a Dios Padre y al prójimo, de revivir su presencia entre nosotros, y no meros pasaportes o llaves para acceder y obtener al amor de Dios, que nos es dado desde siempre, como también, su perdón y salvación igualmente dados de antemano.



La principal revelación que este capitulo XV me deja a mi sobre la eucaristía y la comunión, es que debemos como comunidad eclesial abandonar y cambiar la teologia del sacrificio y de la muerte en la cruz por nuestros pecados que se le ha dado a la Eucaristia y a la misa, para llegar a una teologia del "memorial" o del "recuerdo" y "celebración" de la vida de Jesus como una forma de recrearse y dársenos permanente y reiteradamente a nosotros en el pan y en el vino consagrado que recibimos y hacemos nuestro, no por que en el se encuentre real y materialmente la sangre y el cuerpo de Jesus, sino por que ese vino y ese pan son formas simbólicas y representaciones materiales o imagenes que nos recuerdan a Jesus de Nazareth vivo y presente en nuestras vidas, transformando y tocando con su amor nuestra existencia, para ser cada vez una mejor persona, en el amor a Dios que se realiza en el amor al prójimo.



El objetivo de la Eucaristia, dice Lenears, el objetivo "de este comer y beber, es, según las palabras del relato de la institución de la eucaristia, recordar a Jesus, lo que significa despertar un recuerdo vivo suyo, como el de alguien que quiso ser como pan y vino para quienes vivieron con el. Este recuerdo vivo, este "memorial" vuelve a hacerlo presente y creativamente eficaz en la vida de aquellos en quienes esta memoria se despierta"", y mas adelante añade ""sEl objetivo de la eucaristia está en el memorial, el recuerdo vivo de Jesus, con su influjo enriquecedor para la existencia, mientras que el comer y beber es el medio para ello".



Así pues, la eucaristia es el memorial de Jesus, el recuerdo que nos hace presente su vida y lo que su vida hizo en nosotros, la comunión, es el medio en que Jesus se recrea y hace presente en nosotros, en que evidenciamos como vive y actua en nosotros, de como el amó al Padre y a cada uno de nosotros, por eso, por ser congruente con ese amor del Padre, por el Hijo y a través del Espíritu, es que en la misa, y mas concretamente, en la Comunión, nosotros recreamos a traves del pan y vino consagrado que se nos reparte y comemos, a Jesus que se nos dá y se nos entrega reiteradamente, para nutrir siempre con su recuerdo y en forma espiritual y simbolica, nuestras vidas.



miércoles, 29 de junio de 2011

PARTICIPACIÓN DE ELISA ZEAVERT AL CAPÍTULO XIV SAC. MATRIMONIO

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

MATRIMONIO: SACRAMENTO DEL AMOR




Hablar del matrimonio en unas cuantas palabras, no es fácil, sin embargo, no cabe duda que es un aventura que nos da la oportunidad de ir descubriendo el verdadero significado del Amor.

“ La boda”, es una hermosa celebración donde los novios, son el centro de atención, aun hasta la fecha el asistir a una boda me llena de alegría y entusiasmo, hay cierta vibración de energía y vida que no podemos negar.

Cuando es que esa nube blanca llena de luz, se empieza a poner gris?...y caen lágrimas de desilusión ante la realidad que se hace presente. Por supuesto, el amor no se da en un paquete cerrado como regalo del cielo, esa chispa, ese signo de amor, está ahí, abajo, en lo profundo, esperando ser descubierto, y es que el ego, inflado de lo que yo esperaba, de lo que yo quería de lo que yo necesitaba, tantos yos, que ocultan al nosotros, y los diálogos se vuelven monólogos….. se construyen muchas barreras de soledad y tristeza.

Quienes tienen la dicha de sobreponerse a los vientos fuertes del huracán y hacer surgir esa chispa que brilla en el interior, se dan cuenta que el Amor, que un día los unió los lleva a niveles de un vida común, con el desarrollo de virtudes como es la paciencia, la tolerancia, comprensión, ayuda mutua, el diálogo verdadero,etc, que se asemeja a lo que significa aprender a amar día a día- esa empatía con nuestra pareja que tantas veces nos falta.



Las paredes se pueden derribar, las nubes negras pueden soltar todo ese cúmulo de sufrimiento y soltar todas esas ilusiones, y expectativas que vagaban en un mundo irreal.



A veces se tienen que vivir muchas experiencias para aprender realmente el significado del amor, pero ese Sacramento de Amor que se inició ese día de compromiso mutuo, se va transformando y purificando para borrar los límites de donde termino yo y empiezas tu. Es tanta la identificación de dos personas que se han amado a través de los años, que sus gestos sus conductas, sus “mañas” se vuelven similares, y es cuando nos recuerda las palabras del Evangelio, de Jesús: “ Seamos Uno como Tu y Yo somos uno”.

domingo, 26 de junio de 2011

COMENTARIO DE ANA LAURA A PROPÒSITO DE LA PARTICIPACIÓN DE ALMA PATRICIA JIMÉNEZ AL CAP. 14, SACRAMENTO DEL MATRIMONIO

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

BITAMINA:
Qué importante es lo que tú afirmas: el matrimonio es una decisión en libertad, pero con frecuencia se nos olvida que la otra cara de la medalla de la libertad es la responsabilidad, el amor que estoy muy de acuerdo que es la base y la esencia del matrimonio y que si se acaba no tiene sentido continuar juntos, el amor hay que cuidarlo, y esto implica tiempo, esfuerzo, sacrificio, diálogo, preparación, actualización, usar la razón y no solo la emoción, a veces recurrir a la terapia, diseñar proyectos juntos, saber ser amigos, saber divertirse, “tomarse de la mano para caminar juntos hacia Dios”, que es como el Padre Ignacio Navarro, M.Sp.S. definía la espiritualidad conyugal.



Hoy en día sabemos que el primer paso para poder tener una buena relación de pareja es ser uno mismo cada uno de los integrantes de ésta, y que el otro me conozca como soy, sin miedo a que no me acepte, es decir, con autoestima alta, con capacidad de salir adelante en la vida sin necesidad de que “te mantengan” o de que “te sirvan”, que en tiempos anteriores fue la verdadera razón para casarse. Bueno, todo esto se analiza desde la Psicología, desde el Desarrollo Humano, pero todavía hay mucho más: nuestra dimensión espiritual que al desarrollarla descubrimos que somos templos vivos de la Divinidad, que somos su manifestación, y que manifestar a esa Divinidad a quien Jesús le llamó Abbá es nuestra mayor realización, tanto como personas como siendo pareja, porque “Dios los creó varón y mujer, a su imagen y semejanza” es decir, que la masculinidad y la feminidad son los dos juntos reflejos más claros de Dios.



Cómo se ha descuidado en nuestra Iglesia la relación de pareja, cómo se ha sermoneado en contra del divorcio, del adulterio, del aborto, inclusive de la planeación familiar, no se diga del homosexualismo, y sin embargo, el núcleo, a la esencia de la vida de pareja que es el amor, no se le ha dado importancia cuando que como dice uno de los grandes exegetas actuales al explicarnos el “Cantar de los Cantares”: : “Dios le pidió prestados a la pareja humana enamorada, sus gestos, sus comportamientos, su lenguaje, para poder decirnos un poco más claro cómo nos ama Dios”. Sin embargo, la Iglesia institucional se ha empeñado en hacernos creer que nuestro sacramento no es tan digno como el sacramento del orden sacerdotal, que nuestra vida no es consagrada, cuando un sacerdote deja el ministerio “se le reduce al estado laical”, etc.



Cuánto trabajo tenemos que hacer desde dentro de nuestra Iglesia y con amor, por rescatar la dignidad del amor de pareja y del matrimonio en sí, el Concilio Vaticano II, en la Constitución Gaudium et spes, del número 47 al 52, tiene unas reflexiones preciosas sobre la dignidad del matrimonio, que no es precisamente el tener hijos, aunque sí los hijos son fruto de ese amor, pero parece que hemos dado marcha atrás en muchas reflexiones del Concilio, sin embargo, quienes creemos en que nuestro amor como parejas viene de Dios, que no necesitamos del sacramento para tenerlo sino que el sacramento sólo es la celebración de algo que ya tenemos, que todas las parejas que se aman son manifestación de ese amor divino, quienes tenemos estas experiencias, somos los que hoy podemos ayudarnos a descubrir la verdadera riqueza de este sacramento, sobre todo con nuestras vidas.



Me enorgullece saber que mi hermana ha luchado siempre por esa santidad del matrimonio y que otra hermana, como diría el P. Rubén Murillo, S.J., aunque no tenga el sacramento oficial “lo vive heroicamente”. Bueno, no se vale presumir pero ya lo estoy haciendo… Un beso…

martes, 21 de junio de 2011

Capitulo 14 El sacramento de matrimonio.

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

El padre nos explica en el libro que, no fuè sino hasta el siglo XI que el matrimonio se incluye entre los sacramentos de la iglesia.
Anterior a esto ya existìa el matrimonio como un evento social y civil, ya se consideraba el que fuera una sola pareja y se discutìa sobre su separaciòn o divorcio.
Al ser un sacramento pasa a tener un valor de promesa hecha ante Dios y por lo tanto con su bendiciòn, indisoluble.
El matrimonio es hoy en dìa, una decisiòn en libertad, no siempre fuè asì, en la època de mis abuelos este se acordaba entre los padres de la pareja y las mujeres no tenìan màs que obedecer,como las costumbres y los tiempos cambian, tambièn debe evolusionar el sacramento que no ha cambiado en 1000 años.
Porque hoy en dìa ya no se justifica que las autoridades de la Iglesia nos traten como niños que al no saber lo que hacemos, necesitamos una serie de normas para no equivocarnos en nuestras deciciones, el hecho de que sea solo la iglesia quien pueda anular o no, un matrimonio, que no acepte el divorcio o que juzgue como valido o no valido un matrimonio, castigando con perder el derecho de comulgar, es muestra de una falta de libertad y de conocimiento pues las autoridades eclesiasticas son todos hombres y celibes.
Sin amor no hay vinculo matrimonial, y si no hay amor , no hay deseo ni cuerpo que aguante, "Afuerzas ni los zapatos entran".
El matrimonio no es el momento del Rito sino el dìa a dìa de ser amor para mi pareja, lo que refleja el amor que Dios nos tiene, decidimos hacer pùblico nuestro amor y pedimos la bendiciòn de Dios en nuestro proyecto de vida juntos, la intenciòn del matrimonio supone un preferir a mi pareja dentro de todo el resto, con intenciòn de durar juntos para siempre (ideal) aunque puede suceder que este equivocado, que la vida juntos no sea lo que pensaba y que no este en mis manos el tener un matrimonio estable.
El matrimonio tiene un proposito de familia, aunque no siempre hay hijos, pero entiendo que disolver un matrimonio cuando hay hijos es afectar a terceros inocentes, pero la responsabilidad de traer hijos al mundo es algo personal y debiera ser ser una desiciòn muy responsable, aùn que no fuera asì, no es recomendable que los hijos crescan en un campo de batalla.
Si la Iglesia es una comunidad cristiana autentica, su funciòn es de comuniòn, ser hermano, aompañar y no de juzgar y reprimir.

sábado, 18 de junio de 2011

COMENTARIO DE ANA LAURA JIMÈNEZ A LA PARTICIPACIÒN DE ALMA PATRICIA JIMÈNEZ AL CAPÌTULO 14, 4a. parte: ORDENACIÓN SACERDOTAL

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

BITAMINA:


Ahora sí ya recibí tu comentario sobre el Sacramento de la Ordenación Sacerdotal, el cual me encantó. Sobre todo cómo hablas de Jesús, de su sencillez, de su entrega a todos, de su ternura, de su congruencia de vida, de su no estar buscando privilegios ni títulos. Y qué triste es constatar la realidad, como dices: “En que se parece hoy en día el concepto distante que tenemos de obispos y sacerdotes, que verdaderamente parecen ser “Perdona vidas”, que se les olvida la igualdad, que somos un “Pueblo de sacerdotes” desde el Bautizo y que su sacramento de orden sacerdotal es en esencia el servicio a la comunidad cristiana, donde queda el sacerdote santo capaz de trasmitir ternura y compasión como el cariño entrañable de Jesús de Nazareth”.

Me parece que aparte de que existen dos diferentes ritos de sacerdotes de oriente y de occidente y los dos son cristianos aceptados, también con frecuencia se nos olvida que todos somos sacerdotes, y que la única diferencia entre el sacerdocio común y el sacerdocio ministerial, es que éste último se justifica por su servicio a la comunidad con una mayor disponibilidad, pero la dignidad es la misma. Jesús mismo no quiso participar de los honores de la casta sacerdotal de su pueblo, fue un laico, no podía entrar al interior del templo. Hoy el sacerdocio se ha convertido en un club privado de hombres que gozan en la iglesia de privilegios y en el que se prohibe la entrada a las mujeres.

Creo que ha llegado el tiempo de los laicos. A mí ya no me preocupa para nada la falta de vocaciones religiosas y sacerdotales. En la Edad Media la dinámica entera de la Iglesia giraba en torno a la vida monacal y sin embargo, aquel modelo murió para dar paso, entonces, al protagonismo de las órdenes religiosas exclaustradas. Hoy todo ha cambiado, la humanidad ha entrado en una etapa de mayor madurez, creo que pueden seguir existiendo los sacerdotes y los religiosos pero ya es hora de asumir la mayoría de edad del Pueblo de Dios. A Jesús se le puede seguir radicalmente desde la vida laical. Y sobre todo ¿fue Jesús sacerdote? ¡Jesús fue un laico! Le llamaban rabino, que quiere decir maestro, pero no pudo estar más lejos de la casta sacerdotal de su tiempo. Jesús fue sacerdote en el mismo sentido en el que lo somos cualquiera de nosotros: fue un mediador entre Dios y los hombres. La cruz de Jesús apunta en dos direcciones: la vertical, que indica la relación con Dios Abbá (Papá), y la horizontal, que apunta hacia el otro, el prójimo, el hermano.

Todo el Pueblo de Dios es sacerdotal porque todos estamos invitados a ser puente entre un Padre cercano y misericordioso y sus hijos, nuestros hermanos. Somos, por tanto, un Pueblo Sacerdotal, mediadores entre el Amor gratuito de un Padre común comprometido con la vida de sus hijos y estos, nuestros hermanos.

Ojalá en los seminarios se den cuenta de esto y no les hagan sentir a los futuros sacerdotes que son superiores al resto del pueblo sacerdotal, que están para servir no para ser servidos, que están para ayudar a las personas a crecer y no para mantenerlas en un infantilismo espiritual, y sobre todo que sepan que su principal misión. Lo que justifica su ordenación sacerdotal es que evangelicen, es decir, que nos den a conocer el auténtico mensaje de Jesús y no que sigan prostituyendo este mensaje usándolo para manipular, para causar miedo, obediencia, sumisión… Un día la humanidad se hizo conciente de que los reyes no eran elegidos por Dios, hoy creo que ya es hora de que nos demos cuenta de que los supuestos privilegios de la casta sacerdotal en nuestra Iglesia son construcciones humanas y que ante Dios todos, hombres y mujeres, tenemos la misma dignidad…

martes, 14 de junio de 2011

APORTACIÓN DE ALMA PATRICIA JIMÉNEZ AL CAPÍTULO 14 4a. parte: ORDEN SAC.

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

4.-La ordenación sacerdotal:


En el capítulo 14 el padre Lenaers explica que el sacramento no es el sacerdocio sino el rito de consagración.

Consagrarse a servir a la comunidad cristiana, administrando los sacramentos, como dice Pagola “la celebración de la eucaristía no es un privilegio de los sacerdotes, sino un derecho de la comunidad”, llevando la buena nueva de que Dios nos ama, a través de los Evangelios y siguiendo a Jesús, estar presente para ayudar a todo necesitado.

Que diferente es su origen y en lo que se ha convertido, no niego que existen sacerdotes santos que si dan testimonio de seguir a Jesús en su vida y estos merecen todo mi respeto, pero igual merece mi respeto todo ser humano y debo también respetar todos los dones de Dios como la naturaleza y el universo.

El ejemplo de vida de Jesús de Nazaret, fue de hacer comunidad, de dar un lugar de respeto sin diferencias de clase, pues su concepto de hermano fue para hombres y mujeres y rescato el valor de un niño, así como de los enfermos y separados o rechazados.

Jesús predicó con el ejemplo y en la ultima cena, lavo los pies de sus discípulos, como también predico que los últimos serian los primeros y conociendo las ambiciones humanas dijo a Juan y Pedro: “El que quiera ser el primero entre vosotros, que sea vuestro servidor”.

También se preocupo por los pobres, las viudas y los enfermos y aun que en su tiempo la mujer no tenía un papel importante, se rodeo de mujeres que lo siguieron fieles hasta su muerte.

Jesús con brazos abiertos nos enseño como amar y perdonar sin juzgar como en el caso de la mujer que querían apedrear, “Que tire la primer piedra, quien esté libre de culpa”.

Su vida fue la de un hombre sencillo, laico, que no tubo poder o riqueza, que compartió con sus hermanos y que invito en libertad a hombres y mujeres a seguir su experiencia de Dios Padre nuestro, formando una comunidad de compasión fraternidad y amor a Dios.

Su reino no fue de poderosos, su poder y fuerza se la dio el amor a Dios y al prójimo como a sí mismo, en el evangelio encontramos palabras de vida como “Mi reino no es de este mundo”, “Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”.

Jesús se sentó con su pueblo, no se puso a distancia sobre gradas para no contaminarse o ensuciarse con los pobres, rechazo a los mercaderes en el Templo, “Has convertido la casa de mi Padre en mercado”.

En que se parece hoy en día el concepto distante que tenemos de obispos y sacerdotes, que verdaderamente parecen ser “Perdona vidas”, que se les olvida la igualdad, que somos un “Pueblo de sacerdotes” desde el Bautizo y que su sacramento de orden sacerdotal es en esencia el servicio a la comunidad cristiana, donde queda el sacerdote santo capaz de trasmitir ternura y compasión como el cariño entrañable de Jesús de Nazareth.

La iglesia la formamos hombres y mujeres en igualdad, si en otros tiempos la cultura tenía como de menor categoría a una mujer, el mundo es otro y eso no puede seguir igual, las costumbres han cambiado y no podemos pretender vivir en siglos pasados.

El matrimonio como el sacerdocio o la soltería, son opciones tomadas en libertad y con igual valor. En cualquier camino lo que importa es servir a Dios, “Vivir plenamente estando donde estoy y siendo lo que soy” (Pagola).

Es triste que se castigue a los sacerdotes que quieren casarse cuando existen dos diferentes ritos de sacerdotes de oriente y de occidente y los dos son cristianos aceptados.

COMENTARIOS DE ELISA ZEEAVERT AL CAPÌTULO XIV

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

COMENTARIOS A LOS RITUALES DE TRANSITO.


Bautismo.

Juan el Bautista, profeta que inicia bautizando en el Jordán, hablaba de conversión, de llevar una vida austera, de arrepentimiento, y humildad, denunciando todo lo que iba en contra de la Ley de Dios.

Jesús lo conocía, por la cercanía de sus familias, lo tiene en gran estima, se hace bautizar por él, este momento marca el inicio de su Misión, es un Sacramento de Iniciación de entrada para recibir la fuerza de Dios y esa conexión directa con su Gracia.

El bautismo, como un sacramento significa el despertar y sentirse atraído a seguir a Jesús, por ello, es indispensable, conocer Su Misión, para poderse comprometer con El. Es una renovación interior, del paso de la muerte a la vida. Querer vivir Con EL, Para EL, y En EL..

En el lenguaje heterónomo, se habla del pecado hereditario, en el que se vive el miedo medieval de “ la condenación del niño”, condición que en el lenguaje moderno, se concibe a un bebé lleno de gracia, producto del milagro de la vida, y que como comunidad festejamos al recibir a esta criatura dando gracias a Dios por su Bondad. Además si el Sacramento del Bautismo, conlleva una adhesión a Cristo, el bebé es incapaz de tener en forma consciente esta experiencia de Dios.

La Confirmación va unido al Bautismo, en este Sacramento se confirma la adhesión a Cristo y se les unge con óleo, , antes el obispo, hacía la celebración con niños pequeños, recuerdo que nos damos una palmada en la cara. Actualmente se hace en jóvenes, que ven la ocasión para celebrar y tener regalos..En otras ocasiones, estos sacramentos se ven como requisito para celebrar el Matrimonio, se hacen casi siempre a “ vapor”.

Debemos recordar que lo importante no es el rito, es el encuentro salvífico con Jesús. Mediante El, con el Dios que se nos revela.

Según las estadísticas, los católicos son sacramentales, es decir, recurren a la Iglesia para recibir los sacramentos, sólo van para celebraciones… ésto nos ha llevado a pensar en la gran necesidad que tenemos de “ritos, dando importancia a la forma no al fondo, la preocupación por todos los arreglos externos, olvidando lo más importante¡

Unción de los Enfermos ,Este rito, siempre me ha parecido confuso, pues, algunas personas piensan que se da en fase terminal, y otras veces, el enfermo, rechaza la bendición e imposición de las manos, que en un momento pueden darle un consuelo y hasta mejoría por la energía que emana del Amor. No se requiere de un sacerdote, la familia imparte este consuelo al enfermo mediante la Fe. Recordemos a Jesús cuando curaba siempre decía .”Tu Fe te ha salvado”.

Orden Sacerdotal.-Este Sacramento tiene un axioma heterónomo en cuanto la fuerza les viene del cielo, y dota al Sacerdote de conocimiento y poder. Es un rito básicamente de Consagración, en donde se acoge al nuevo sacerdote dentro de un grupo.

Recordando a Jesús, nunca forma parte de los sacerdotes ,era un laico, y que se consideraba un servidor, en donde la tarea que encomienda a sus discípulos fue para de guiar y anunciar el camino de la Fe. La mujer en este sentido, no se le ha podido valuar, y se considera no apta para este ministerio.

Matrimonio.- En este Sacramento, la pareja que se compromete en amor y fidelidad hacia una unión de pareja, es la que aporta los elementos indispensables para su celebración, y el sacerdote participa para bendecir la unión. La Pareja es la imagen de la unidad entre Cristo con su Iglesia.

A partir del s. XV se empezó a hablar de un matrimonio válido, y más tarde acepta que algunas parejas se ven en la necesidad de separarse por el bien de ambos, sin embargo el Magisterio sigue considerando el matrimonio religioso como indisoluble, además de no darle validez al matrimonio civil.

En la actualidad el Magisterio Eclesiástico, ha abierto un camino, para declarar nulo un matrimonio religioso, desgraciadamente intervienen muchos elementos de “subjetividad” sobre el análisis si un la pareja ha sido o no “ una verdadera pareja”.

¡Cómo se puede llegar a esta conclusión después de 10 o más años de casados y a otras en un término mínimo considerar, que el matrimonio se ha llevado a cabo en su plenitud..está muy confuso¡ No se cuentan con los elementos para dar una calificación humana y cristiana.

El problema también prevalece sobre el carácter de valor absoluto y eterno, a las Palabras del Evangelio en donde se menciona la indisolubilidad, dejando fuera muchos contextos que no se están considerando, como la cultura judía, sus costumbres, tradiciones etc.

Y la otra es que la Jerarquía acepte que el matrimonio de católicos, tiene la posibilidad de fracasar con muchas razones, que no se preveen en el momento de constituírse, y que todos tenemos el derecho de recapacitar y buscar opciones de vida que nos lleven a realizarnos como personas y como parejas.