"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)
La Eucaristía:
El centro de la misa es el memorial de entrega de Jesús, en donde se repiten las palabras de la ultima cena, donde su cuerpo y su sangre se transforman en alimento que da vida y que nos acompaña siempre que queramos acercarnos a recibirlo, suele llamarse el Sacrificio de Jesús, palabra que me parece una mala traducción porque también una entrega puede ser considerada sacrificio si este implica un bien mayor, se sacrifica algo inmediato para lograr un bien futuro, aunque yo siempre he visto la Eucaristía, como un rito lleno de símbolos que me recuerdan lo que es amar hasta el extremo, ¡Como amó Dios al mundo, que nos envió a su Hijo!.
Jesús siendo un hombre de su tiempo y de una cultura ligada a un solo Dios Yahvé, se desenvuelve en un contexto, y la misa va respetando cada paso, tomar un día a la semana como día del Señor, para darle gracias, para honrar y alabarlo, con las escrituras del antiguo testamento recordamos las bases de la religión profesada por Jesús y sus padres.
Jesús lleno del Espíritu Santo, va a transformar todo lo recibido en su mundo, el día del Señor, el sábado, día de la ley, que impide actuar, lo transforma en día glorioso de resurrección, día de celebración y comunidad, donde se recuerda la ultima cena, convivencia de amigos, que iluminados por el amor, todo lo comparten, quien pone el ejemplo de vida es Jesús, y así escuchamos el Evangelio, como razona Jesús con parábolas como ve Jesús que debe ser el mundo, que por amor es capas de desprenderse de todo y lo pone como alimento al espíritu, ¡ hagan esto en memoria mía!, esta es la vida plena, que no termina, ni pasa nunca, la vida basada en el amor, es donde siempre está Dios, no importa lo que suceda, lo que duela , estoy seguro que en el amor esta siempre Dios, el Bien Mayor.
Y cuando se enfrenta a aquellos que están en su contra, de acuerdo a sus creencias les dice mi reino no es de este mundo (mundo de envidias, de odio, de abuso y poder sobre el prójimo) mi mundo es otro, el Reino de Dios, mundo de amor, de caridad, de compartir con el prójimo, este nuevo mundo esta más cerca en cada momento que más personas nos convertimos en sus seguidores, que yo soy capaz de morir a mi misma, por amor a Dios y al prójimo, para resucitar gloriosa con El y sé que este mundo vendrá y Dios será todo en todos.
Amén, así sea.
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