"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)
4.-La ordenación sacerdotal:
En el capítulo 14 el padre Lenaers explica que el sacramento no es el sacerdocio sino el rito de consagración.
Consagrarse a servir a la comunidad cristiana, administrando los sacramentos, como dice Pagola “la celebración de la eucaristía no es un privilegio de los sacerdotes, sino un derecho de la comunidad”, llevando la buena nueva de que Dios nos ama, a través de los Evangelios y siguiendo a Jesús, estar presente para ayudar a todo necesitado.
Que diferente es su origen y en lo que se ha convertido, no niego que existen sacerdotes santos que si dan testimonio de seguir a Jesús en su vida y estos merecen todo mi respeto, pero igual merece mi respeto todo ser humano y debo también respetar todos los dones de Dios como la naturaleza y el universo.
El ejemplo de vida de Jesús de Nazaret, fue de hacer comunidad, de dar un lugar de respeto sin diferencias de clase, pues su concepto de hermano fue para hombres y mujeres y rescato el valor de un niño, así como de los enfermos y separados o rechazados.
Jesús predicó con el ejemplo y en la ultima cena, lavo los pies de sus discípulos, como también predico que los últimos serian los primeros y conociendo las ambiciones humanas dijo a Juan y Pedro: “El que quiera ser el primero entre vosotros, que sea vuestro servidor”.
También se preocupo por los pobres, las viudas y los enfermos y aun que en su tiempo la mujer no tenía un papel importante, se rodeo de mujeres que lo siguieron fieles hasta su muerte.
Jesús con brazos abiertos nos enseño como amar y perdonar sin juzgar como en el caso de la mujer que querían apedrear, “Que tire la primer piedra, quien esté libre de culpa”.
Su vida fue la de un hombre sencillo, laico, que no tubo poder o riqueza, que compartió con sus hermanos y que invito en libertad a hombres y mujeres a seguir su experiencia de Dios Padre nuestro, formando una comunidad de compasión fraternidad y amor a Dios.
Su reino no fue de poderosos, su poder y fuerza se la dio el amor a Dios y al prójimo como a sí mismo, en el evangelio encontramos palabras de vida como “Mi reino no es de este mundo”, “Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”.
Jesús se sentó con su pueblo, no se puso a distancia sobre gradas para no contaminarse o ensuciarse con los pobres, rechazo a los mercaderes en el Templo, “Has convertido la casa de mi Padre en mercado”.
En que se parece hoy en día el concepto distante que tenemos de obispos y sacerdotes, que verdaderamente parecen ser “Perdona vidas”, que se les olvida la igualdad, que somos un “Pueblo de sacerdotes” desde el Bautizo y que su sacramento de orden sacerdotal es en esencia el servicio a la comunidad cristiana, donde queda el sacerdote santo capaz de trasmitir ternura y compasión como el cariño entrañable de Jesús de Nazareth.
La iglesia la formamos hombres y mujeres en igualdad, si en otros tiempos la cultura tenía como de menor categoría a una mujer, el mundo es otro y eso no puede seguir igual, las costumbres han cambiado y no podemos pretender vivir en siglos pasados.
El matrimonio como el sacerdocio o la soltería, son opciones tomadas en libertad y con igual valor. En cualquier camino lo que importa es servir a Dios, “Vivir plenamente estando donde estoy y siendo lo que soy” (Pagola).
Es triste que se castigue a los sacerdotes que quieren casarse cuando existen dos diferentes ritos de sacerdotes de oriente y de occidente y los dos son cristianos aceptados.
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