sábado, 26 de junio de 2010

REFLEXIONES SOBRE ¿PODEMOS CREER HOY EN LA BIBLIA? DE TERRY ALANÍS DE NÚÑEZ

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

Reflexión sobre ¿Podemos creer hoy en la Biblia? Mariano Corbi


Yo creo en la Biblia. Creo en la Biblia como creo en un compendio de sabiduría rescatado por muchas generaciones y comunidades que han descubierto que la esencia humana está interconectada a pesar de las épocas, a pesar de las razas. Pero la Biblia no está terminada porque la humanidad sigue viva. Sigue descubriendo la parte trascendente de su esencia y sigue tratando de interpretarla. La Biblia no pertenece a nadie en particular. Mucho menos a nadie que se jacte de ser su dueño o interprete infalible.

La experiencia de los pueblos antiguos, las guerras y las alianzas que las escrituras ocasionan y ocasionaron, son reflejos de lo que para unos y para otros resultaba en el sitio más alto de su propia jerarquía de valores. Para algunos ha sido un claro llamado a propagar el mensaje del Nuevo Testamento, pero para otros puede haber sido el llamado recibido con sinceridad, de propagar el orden que ofrecieron los 10 mandamientos en un momento más inmaduro de la sociedad que los necesitaba. Para otras personas y comunidades la Biblia y las escrituras ha sido igual que la corona y el cetro que dictan quién tiene el poder y la autoridad.

Es curioso observar que cuando se habla de la Biblia parecería que es un solo libro universal, pero aun en la búsqueda cibernética de información nos podemos encontrar con muchas versiones de Biblias! ¿A qué se debe este fenómeno? Es una muestra más de que la Biblia es el libro que ha convenido, que ha iluminado, y que ha servido a los diferentes propósitos humanos que la han encontrado, ya sea en el plano espiritual, en el plano político, en el plano científico, o en el plano literario o psicológico.

Desde mi punto de vista, creo en la Biblia. Pero creo en MI versión de Biblia que puede saciar mi búsqueda de diferentes necesidades en distintos momentos: Si quiero confirmar lo que pensaban generaciones muy antiguas y logro encontrar valores trascendentes que me llenan en mi realidad moderna, me siento contenta y satisfecha de creer en mi biblia. Pero i me tropiezo con mandatos y escritos que no tocan mi realidad ni mi conciencia de identidad (valiosa, digna, unitiva con la creación pero individual e irrepetible), me salto lo que leo e incluso confirmo dentro de mí lo antagónico a su mensaje!

No creo que haya un libro con las características de lo que se conoce como una Biblia tradicional (Cristiana, Protestante, de Jerusalén o de Latinoamérica), por lo que representa su vigencia a lo largo de la historia humana y para distintos pueblos y épocas. Pero no por eso le concedo valor divino o de inspiración infalible. El milagro en torno a la biblia es que podamos reconocernos unidos en la historia a través de la esencia humana que trasciende épocas y circunstancias. Pero la Biblia, el mensaje del hombre sobre Dios, se sigue escribiendo y complementando, y transformando para dejar como herencia a las nuevas generaciones. Tú, ¿Qué les dices a tus hijos sobre la Biblia? ¿Qué te dicen ellos? Ese es el nuevo capítulo a añadir después del Apocalipsis que muchos ya hasta se saltan…

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