domingo, 28 de febrero de 2010

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"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)
Publicado por Irma Valdés

Encuentro muy alentador el mensaje del P. Leaners en su introducción, pues para mí tiene mucho significado no sólo lo que expresa, sino la forma en que lo hace, utilizando un lenguaje comprensible para hablar de temas muy profundos y que están tan arraigados en muchos de nosotros, con unas formas que ya no son vigentes; temas que necesitamos revisar a la luz de la fe, pero también a través de la razón y el entendimiento que nos distinguen. Me encantan la valentía y libertad con que se expresa Leaners, dentro de un marco de respeto a quienes se sienten en paz con la Iglesia y su mensaje. Me gusta también que reconozca a quienes con sus palabras y conocimientos han dejado huella en él y en su manera de pensar, aunque en ocasiones no sepa de una forma consciente quién le dio una idea o puso en él “la semilla de una nueva manera de ver, que luego se puso a germinar”…me habla de la conciencia de unidad del autor, y su postura de que no podemos poseer la verdad ni el conocimiento, pues estos carecería n de sentido si no se comparten en ese espíritu de búsqueda y unidad.
Me alienta también escuchar de parte de un experto que profesa amor a Jesucristo y a su Dios, el reconocimiento de la urgencia de “traducir el mensaje cristiano a un lenguaje en el que el hombre y la mujer modernos puedan reconocerse a sí mismos”. He sentido muchas veces esta necesidad, la he vivido en lo personal y la he reconocido en otras personas, entre ellas mis hijos, todo lo cual me hace valorar enormemente la oportunidad de leer este libro y de comentarlo con este grupo, donde todos somos buscadores.
Lenaers propone un desprendimiento, tanto de las representaciones y certidumbres en las que la Iglesia se sentía cómoda anteriormente, como del lenguaje en que las ha compartido. Y aquí estamos, con deseos de llegar a eso que es esencial, y que nos hace seguir buscando en el fondo mismo de nuestra fé, pues mientras que hay cosas que sabemos urge replantear, encontramos otras de un valor inmenso y trascendente.
Agradezco al autor por esta intención de “expresar la fe única y eterna en Jesucristo y su Dios, en el lenguaje de la modernidad”, y también a Ana Laura, mi queridísima maestra, pues gracias a ella estoy ahora encaminada a estudiar el libro. Gracias también al resto de los participantes, por estar dispuestos a compartir esa riqueza enorme que cada uno tiene. Es un placer, como expresó Paty Cervera, reencontrarme en este espacio con personas muy queridas, y tener la oportunidad de conocer a las que son “nuevas” para mí.
Reciban un abrazo desde Querétaro,
Irma Valdés
PD Un favor: no he podido encontrar el libro. Si alguien sabe dónde lo tienen, les pido si me pasan el dato. Gracias y hasta pronto.

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