jueves, 11 de febrero de 2010

MOTIVACIONES Y EXPECTATIVAS DE LYDIA VIGNAU

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

Correo de LYDIA VIGNAU
Febrero 11, 2010

Hola Ana Laura:

Espero que todavía puedas considerarme para participar en el CURSO: “OTRO CRISTIANISMO ES POSIBLE” GRUPO B VIRTUAL, a pesar de estar ya tan tarde con mi solicitud. Apenas ayer noche leí la invitación que me hizo mi prima hermana, Irma Valdés; y hoy cuando tuve acceso a la presentación que el traductor hace del autor, de inmediato se despertó en mi un gran interés.

A continuación te pongo mis motivos, experiencias en mi búsqueda de fe, así como mis expectativas, con la esperanza de que me consideres como participante.

Muchas gracias,

Motivos por los que ingreso al curso

Pienso que la iglesia católica, que conformamos todos los que nos decimos católicos, no está en la época. A través de los años (tengo 57 de edad) he reaccionado con una actitud un tanto pasiva, más como espectador, frente a lo que hacen, piensan y dicen los demás, respecto a la religión, notando que no siempre hay congruencia entre estas tres cosas, pero quedándome un poco al margen. Cuando digo “los demás”, me refiero al Papa, Sacerdotes, Frailes, Monjas, familiares, amigos y fieles en general. Mientras tanto, yo he seguido por mi cuenta, enfrentándome a mis dudas, cuestionando la fe de mis mayores, avanzando en mi propio camino de la vida, y aceptando lo que mi corazón y mi mente me dicen que debe haber sido el mensaje de Jesús, pero sin esforzarme por buscar una luz dentro de la iglesia que me guíe en este caminar. Una de las consecuencias es que no sé compartir con los demás las respuestas que voy encontrando, por sentir que no tengo las bases de estudio que las avalen. Este curso me parece que me da esa oportunidad de buscarla en los escritos del P. Lenaers, bajo tu guía, y con la participación de 27 personas dispersas en diversos sitios.

Experiencias en mi búsqueda de fe.

Tengo 30 y tantos años en EEUU, viviendo en diversas ciudades. Crecí en Monterrey, México, una ciudad en donde en mi época, casi todo era homogéneo, donde no era posible disgredir, y si se hacía, era en privado, sobretodo en cuestiones de fe. La primera persona que conocí que no era católica fue una compañera en el Tec. Estoy hablando de 1969. Después estuve de novia de un judío por 4 años. La relación no llegó a matrimonio no por falta de amor, sino por la diferencia de religiones. El requisito era que yo dejara la mia para adoptar la fe de él y no fui capaz de hacerlo. Fue entonces que me fui a los EEUU, un poco para cambiar de aires y desapegarme de mi amor imposible.

Mi aculturación se fue dando casi sin yo sentirla. Pero no fue sino hasta que tuve hijos en edad de responderme con rebeldía a las cosas de la religión, cosas que yo hasta entonces había acogido sin casi cuestionar, y que ahora me tocaba convencer a mis hijos sola, sin la complicidad de la homogeneidad del entorno para empujarlos y meterlos al redil, por así decirlo, que me empecé a dar de verdad cuenta de que ya no podía seguir ignorando esa voz interior que también cuestionaba y que yo acallaba casi con los argumentos que le había escuchado a mi padre toda la vida, en "piloto automático". Fue entonces que empecé con valentía a buscar la verdad sin la venda en los ojos.


Mis expectativas para este curso.

Como ya lo he expresado en las secciones anteriores, mi expectativa es encontrar apoyo en los escritos del P. Lenaers bajo la guía de Ana Laura. Me entusiasma pensar que una persona con las credenciales que ella exhibe, y que ya tomó el curso con 500 personas a nivel mundial, tenga la generosidad de guiar a este grupo en nuestra honesta búsqueda, y me sentiría muy agradecida de que me aceptaran como participante si todavía se puede agregar una persona más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario