miércoles, 7 de octubre de 2009

Ma. Esther Sánchez

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

Hablar sin darse a entender , sujestivo título que me lleva a refelccionar que fué lo que motivó a los primeros hablantes a expresarse, sin duda la necesidad de sobrevivir en un mundo sumamente hóstil en el que le era necesaria la comunicación para la defensa, alimentación y cuidado de la prole.

La comunicación para resolver situaciones primarias no fue suficiente para el desarrollo del lenguaje, se necesitó de un código que le permitiera al ser humano explicarse y explicar el mundo sobrenatural, código que generó poder en aquellos que lo dominaban.

El poder es adictivo, difícilmente se puede precindir de él una vez adquirido, de ahí que el poder que ejerció la iglesia para sostener las "Verdades Reveladas" siga vigente.

El discernimiento del cristiano maduro y responsable le dará bases firmes para sustraerse de un lenguaje que no le da respuestas, un lenguaje que habla sin darse a entender.

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