"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)
Antes de leer este libro estaba consciente de que mucho de lo que aprenderé moverá muchas ideas que yo he considerado "verídicas" e "inmutables". Desde luego no tengo temor en conocerlas ya que creo que el verdadero temor está en la ignorancia. Desde luego considero que el lenguaje que ha utilizado la iglesia hasta el momento debe cambiar, al igual que sus contenidos ya que encuentro que la mayoría de los seguidores no logran comprender lo que dicen y hacen de manera consciente. Así mismo, la iglesia nos ha exhortado a seguir creencias que se han quedado en el pasado y que considero ya no son tan válidas para los seres humanos pensantes de hoy como: la excomunión a los divorciados, la confesión para el perdón de los pecados, el celibato para los sacerdotes, etc. Para mí el corte entre lo nuevo y lo caduco debería situarse en el momento en que las personas comenzaron a dejar de entender el por qué de muchos argumentos.
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