viernes, 22 de octubre de 2010

COMENTARIO DE ANA LAURA JIMÈNEZ A LA APORTACIÒN DE MA. DE LOURDES JIMÈNEZ SOBRE EL CAPÌTULO VI

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

Después de leer detenidamente la aportación de Luli en relación a este difícil capítulo VI, no puedo menos que recomendarle a todos nuestros integrantes que la lean y sobre todo que capten el espíritu de crítica constructiva, positiva, que habla de un gran amor a la Iglesia y que me hace recordar las palabras de un queridísimo maestro de teología: "DESDE DENTRO Y CON AMOR Y NO DESDE FUERA Y CON ODIO". Esto, sin embargo, no puede ocultar la inconformidad que sentimos especialmente los laicos por la cerrazón que captamos en las autoridades eclesiásticas, cerrazón que nos impide participar, opinar, sugerir, en fin, ni siquiera hablar de nuestras necesidades para que éstas se tomen en cuenta a la hora de tomar decisiones que afectan directamente lo más profundo de nuestro ser, nuestra relación con nuestro principio y fundamento: DIOS. Por tal motivo me permito reproducir los últimos renglones de la participación de Luli, creo que nos puede motivar a todos a seguir en nuestra búsqueda, pero no solamente, a buscar caminos para ser escuchados por nuestra jerarquía, creo yo que antes de que sea demasiado tarde, tomando en cuenta especialmente a las nuevas generaciones que ya no aceptan que se les diga qué hacer sin tomarlos en cuenta. Reproduzco pues el último párrafo de la aportación de Luli que me ha motivado mucho y espero que a ustedes también:
"Creo que grupos como los que se congregan en este sitio, organizados y coordinados por el Instituto Juan XXIII podemos hacer publico y exigir de nuestras autoridades eclesiásticas que tomen en cuenta y hagan participe a sus más altas autoridades en Roma, este urgente reclamo desde las bases para renovar en conjunto (es decir contando con la voz y el voto de los laicos comprometidos), las bases que nos integran y congregan como católicos, revisando desde el dogma, hasta las reglas e instituciones sobre las cuales se funda hoy en dia la doctrina y el magisterio cristiano.

Es indispensable como lo expresara ya otros destacados católicos críticos de la cerrazón jerárquica que vivimos desde la silla de San Pedro en Roma, que se convoque un Concilio lo más pronto posible en el que participen con voz y voto, no solo los Obispos y cardenales de la Iglesia, los representantes de la Curia y del Magisterio Eclesiástico, sino tambien y con representatividad de todas las Iglesias locales en los diversos confines del mundo, católicos laicos que quieren seguir en su Iglesia y comunidad por que la consideran camino efectivo de hacer realidad el Reino de los Cielos que Jesucristo vino a instalar, y en el que tambien participen con su vision y opinion representantes de otras Iglesias y religiones del mundo que puedan aportar su vision de otros caminos validos para llegar y hacer realidad ese Reino de Dios en la tierra y en el Cielo.

Si el cambio no viene de arriba, que se sepa que el cambio ya empezó a soplar y se está forjando desde abajo, desde la comunidad de fieles que no podemos permitir que nuestra Iglesia se desmorone y que utilizaremos todos los caminos disponibles, siempre con el ejemplo de Jesus en mente y actos, para hacer de esta crisis eclesial, una oportunidad de avance y crecimiento de una Iglesia Católica renovada y pujante en amor al prójimo, a la tierra y a la creación, inclusiva, integradora al rededor de la figura histórica de Jesucristo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario