jueves, 21 de octubre de 2010

APORTACIÓN DE MA. DE LOURDES JIMÉNEZ AL CAPÍTULO 6

"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)

MA. DE LOURDES JIMÈNEZ C. DE PADIERNA




Comentarios al Capitulo 06.

Perro guardián en la santa casa de la tradición. La Jerarquía



De todos los capítulos que hasta ahora hemos leido y comentado del P. Lenaers, creo que este ha sido para mi el más complejo y a la vez el mas profundo y controversial, el más difícil de comprender como manterme en la reflexion constructiva del mismo, y no en la critica negativa o apologetica de una jerarquia eclesiástica y tradición, que poco hace por renovar nuestra Iglesia a la que pertenecemos por convicción de que en ella encontramos como seguir el camino de salvación que nos lego Jesus de Nazareth.



Lenears en este apartado cuestiona en mi opinion con profundidad y seriedad, si el sistema jerárquico y de autoridad que hasta la fecha ha venido guardando la Iglesia Católica y Romana puede y debe seguir funcionando para los tiempos actuales como hasta ahora lo hace y se conduce; si la autoridad de la Jerarquia desde el Papa, a los obispos y los demás miembros de la clase sacerdotal y eclesiástica deben seguir dictando en exclusiva, la interpretación del Evangelio y de la Sagrada Escritura, si la doctrina, el magisterio y el dogma cristiano no deben abrirse a una revision urgente, que elimine o deje de un lado principios y criterios que pudieron haber tenido su explicación y justiciaron en otras épocas de la historia del Cristianismo, pero que ahora, están siendo obstáculo de comunicación, entendimiento y comprensión para el cristiano de hoy que busca en la Iglesia mantenerse en el camino de vida que nos marco Jesus de Nazareth.



Pienso que a diferencia de lo que parece indicar el Cuestionario que nos sirve de guia para reflexionar en este capitulo 6 del Libro del P. Leaners, Lenears no está atacando la existencia o subsistencia de la Iglesia como autoridad, ni la necesidad de que haya normas y autoridad, inclusive del dogma, la doctrina y el magisterio, sino lo que está cuestionando es si dichas estructuras como hasta ahora han funcionado y quieren seguir funcionando, van a poder responder a las necesidades que como Iglesia de Cristo exige el pueblo de Dios y la comunidad de fieles, tanto eclesiástica como de laicos, pues es un hecho que hoy como en otros momentos de crisis de la Iglesia, existe un movimiento de inconformidad que viene no solo desde las bases y los grupos de laicos de todos los confines de la tierra, sino tambien de las bases de religiosos y eclesiásticos que piensan que sus autoridades eclesiásticas y jerárquicamente superiores, ya no logran congregar o unificar al pueblo de Dios con su doctrina, magisterio y dogma, poco flexible ante los retos que presenta la vida del cristiano de hoy; que cada vez el mensaje cristiano de los orígenes se aparta mas de la realidad que vive el pueblo de Dios en estos tiempos, que no hay la disposición o capacidad plena y abierta de las estructuras jerárquicas y de las autoridades de la Iglesia Católica, para abrirse a revisar y, si es necesario, redefinir o ajustar las normas, doctrinas y criterios que hoy en dia siguen rigiendo las vidas de los católicos, y que por eso cada vez emigran mas personas de la Iglesia, la abandonan u olvidan sin que se vea un camino claro y de renovación interna que promueva una apertura hacia la auto-revision y ajuste de nuestra institución como Iglesia, y de sus normas, reglas, criterios de autoridad, doctrina, magisterio y enseñanza que nos congrega como católicos del Siglo XXI.



No se explica Lenears como es que existe ceguera de la jerarquia eclesiástica al no abrir sus arcas del conocimiento y experiencia de la institución para revisar lo que debe ser revisable, modificar lo que debe ser modificado y suprimir o eliminar y descartar todo aquello que ya es obsoleto, o no funciona y obstaculiza el seguir siendo cristiano en nuestra epoca. De ahi su lenguaje tan vehemente y apasionado en el trato de los temas de autoridad, jerarquia, doctrina, magisterio y dogma.



La forma en que Lenears hace evidente la urgencia de esta revision y cambio es por medio de una nueva apertura e inclusión por parte de las autoridades de Roma, del Papa y de los obispos para dar mayor participación e injerencia en la definición de reglas que norman a nuestra Iglesia, y que se deben gestar desde las comunidades locales, representadas por sus mediadores y gestores mas representativos y aprobados por esa comunidad y no por personas impuestas desde afuera, y en general un mayor dialogo e inter-accion de toda la comunidad de fieles, tanto eclesiásticos como de laicos comprometidos para ser oídos y colaborar en la definición de rumbos y cambios que deba tomar nuestra Iglesia para unir fuerzas y luchar por que de esta revisión renazca y resurja una nueva Iglesia mas fortalecida y preparada para los retos de la vida del Siglo XXI..





De esta forma no es una critica la que hace Lenears para acabar con la Iglesia, desconocer al Papa o a sus obispos como autoridad, y buscar nuevos interlocutores que congreguen al pueblo de Dios. Sino que lo que propone es analizar y revisar el establecimiento mismo de la Institución como Iglesia de Dios, al preguntarse sobre la fundamentacion y autoridad con la que la Jeraquia Eclesiástica, empezando por el Papa, sus Obispos y demas clérigos, siguen queriendo ser los unicos que pueden interpretar o expedir los criterios de doctrina y de la enseñanza cristiana, imponiendolos como dogma inamovible e irrenunciable. Ya no se puede seguir manteniendo instituciones rigidas e inamovibles, sino que es indispensable escudriñar y revisar, airear y remover todas las piedras y ladrillos que sostienen el edificio de la Iglesia, no para desmantelarla, sino para fortalecerla y engrandecerla desde los simientos y entrañas, dejando atras todo aquello que ya no congrega y abraza al pueblo de Dios, se trata de volver a una doctrina y enseñanaza que nos muestre y conecte mejor con la experiencia fundante de la vida, muerte y resurreccion de Jesucristo.



Expresiones como las que a continuación incluyo, me marcan la pauta para darle esta interpretación critico propositiva y no critico destructiva de Lenears en este capitulo 6:



- Hablando de la Jerarquía Eclesiástica dice "Por lo general esa autoridad dicta decretos y actua con las mejores intensiones, porque solo busca el bien del pueblo cristiano pero esto no implica que sus ordenanzas vayan a servir siempre efectivamente a ese bien, pues también pueden dañarlo" (p.65)



- En relación con la expresión del Espíritu en la enseñanza de la Iglesia, dice "Felizmente el Espíritu no cesa de hablar y de revelarse a si mismo y así se aclara poco a poco el resultado. En el curso de la historia de la salvación vamos ganando en veracidad. Pero este proceso no termina nunca y el resultado está siempre abierto para recibir aportes que lo mejoren. Dentro de la Iglesia nadie tiene la propiedad exclusiva de la verdad" (p.73)



- En relación con el dogma de fe dice "Los dogmas son cosas útiles. Son como las piedras que marcan el largo camino de la tradición y muestran el trecho ya andado". (p.74)



-Y más adelante añade "Las señales del camino no cayeron prefabricadas desde el cielo, fueron manos humanas las que las colocaron. Son obra humana. En la historia de la Iglesia la mayor parte de las veces fueron el resultado de un trabajo intenso de búsqueda, reflexión y discusión por parte de obispos, quienes decidieron definitivamente y sin consultar al pueblo de la Iglesia lo que (a sus ojos) los creyentes debían afirmar o negar para estar en la fe verdadera." (p75)



- Por ultimo tratándose del dogma de "Fuera de la Iglesia no hay salvación" dice "Esta declaración habla más bien del espíritu de un tiempo intolerante que podía imaginar a un Dios igualmente intolerante. Pues medio milenio más tarde cuando la modernidad modificó las ideas de tolerancia e intolerancia, la gran mayoría de los obispos del Concilio Vaticano II declaró justamente lo contrario, y esto, con la misma solemnidad y, por consiguiente tan inspirados por el Espíritu Santo como los anteriores" (p. 76)



Con lo anterior pretendo señalar como es que, si bien este capitulo 6 del Libro de Lenears, discute a profundidad y cuestiona la legitimidad que tiene hoy en dia la Autoridad Eclesiástica, en todos sus niveles jerárquicos, para dictar e imponer su doctrina y magisterio, a un pueblo de fieles que ya no está dispuesto a aceptarlo sin confrontarlo con su realidad, sin tener un decir en su formulación e imposición, y que exigen que toda la normatividad y reglas que antes permitieron tener a la Iglesia unida y extender su ejemplo por toda la tierra, hoy deba re-visitarse y ajustarse para ser un camino de autentica vida cristiana y evangelica, y que si ello implica tocar el dogma, o inclusive, cambiarlo y modificarlo por otra norma que si refleje ese espíritu autentico cristiano que es el que Jesus de Nazareth nos vino a legar con su vida, muerte y resurrección, pues entonces habrá que tocarlo y cambiarlo, para crear uno nuevo, que pueda después revisarse a la luz de los nuevos tiempos. Entonces a mi gusto lo que Lenears hace patente es que hay que abrir las ventanas de nuestra Iglesia y de toda su estructura interna y jerárquica, para recibir y captar lo que los nuevos tiempos nos demandan, hay que renovar nuestra Iglesia como institución humana, repensar y redefinir la doctrina y el magisterio, flexibilizar la organización y admitir la participación de los fieles laicos y nutrirse del contacto con otras religiones y creencias, para vivificar a la Iglesia, privilegiando siempre la experiencia fundante de Jesus.



Octubre 21, 2010

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