"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)
REFLEXIONES SOBRE EL CAPÍTULO 3 DEL LIBRO
Me llama fuertemente la atención volver a encontrar la expresión de “Fuera de la Iglesia no hay salvación”, que en algún momento ya había escuchado, y mirarla bajo otra óptica. Me doy cuenta de que no me había tomado la libertad de pensar lo suficiente o de ser crítica en algunos aspectos. Como que la frase “VERDAD DE FE” pesa, y mucho. Es liberador para mí poner algunas cosas sobre la mesa y mirarlas de nuevo, atreviéndome a reflexionar sobre ellas y encontrando mucha fuerza en el planteamiento de Leaners de que a través del tiempo se fueron solidificando tantos mitos que se convirtieron en esas “verdades de fe” que hemos aprendido desde niños, pero que no tienen cabida ya desde el punto de vista teonómico y que no pueden responder a la pregunta planteada por Leaners sobre a qué realidades de esta vida corresponden algunas expresiones, como por ejemplo, el pensamiento de que a un bebé se le “borre” el pecado original por el bautismo. Uno de los grandes problemas de esos mitos, dice Leaners, es que los hemos tomado como ciertos, olvidándose muchas veces el logos o significado que encierran.
La imagen del antes humilde bote de Pedro ahora convertido en un Super Titanic, con una tripulación aferrada a continuar con la misma dirección de siempre, me parece de lo más elocuente. Otro ejemplo ilustrador para mí es la propuesta de imaginar conocer a Jesús hoy, y con qué palabras describiríamos ese encuentro. Seguro que serían muy distintas a las recogidas en el lenguaje bíblico (Cordero de Dios, Rey, etc). En lo personal, hay expresiones en algunas oraciones que nunca me han “gustado” o que me provocan cierto rechazo desde niña, como referirse a la vida como “valle de lágrimas”, o “Agua del costado de Cristo, lávame”, “protégenos del fuego del infierno”. Nunca he podido identificarme con ciertas frases y ahora con Leaners puedo entender mejor este sentir propio y alegrarme de encontrar en él un “traductor” –como él se autodenomina- del mensaje al lenguaje del Siglo XXI, uno con el que podamos hablar y comunicarnos sobre ese “encuentro siempre nuevo y vivo con la realidad divina”.
Ante el derrumbe de los mitos, Leaners habla de la necesidad de hacer un éxodo, similar al que vivió Abraham, con las dificultades que implica soltar muchas de las seguridades que nos cobijan. Habla de recoger algunos de nuestros tesoros más preciosos y despedirnos del resto de nuestras preciadas “posesiones –creencias heredadas”. Esto es muy fuerte, creo yo, pero también considero que vale la pena hacerlo.
Cerca del final del capítulo pone Lenaers algo que me parece resume la intención de este capítulo, y con lo que me quedo: "este libro no pretende pisotear ni aplastar las antiguas enseñanzas, sino por el
contrario, guiar al lector hacia un nuevo encuentro con Dios.
El creyente moderno quiere encontrar la riqueza que yace enterrada
en ese lenguaje mítico, para hacerlo accesible al siglo XXI. Su lenguaje
también va a ser mítico. Como se ha dicho, no se puede hablar
sensatamente del milagro original sino en figuras y por tanto sólo en
mitos. Esto debe darse hoy en las figuras y mitos del XXI, para abrir la
mirada de la gente de este siglo."
viernes, 21 de mayo de 2010
lunes, 17 de mayo de 2010
"Teonomía" = Dios es siempre Presente
Me parece un capítulo muy interesante y difícil de comentar o analizar... Sólo quiero dejar algunas breves reflexiones:
1. La muerte de Dios... Lo único que significa es que nuestra vida, lo que hagamos con ella depende de nosotros. Con la muerte de Dios aparece la responsabilidad y obviamente la libertad. Somos libres de elegir lo que queremos hacer con nuestras vidas (un poco el concepto de autonomía), sin embargo, no estamos solos... No nos podemos construir como seres humanos sin tomar en cuenta al otro que está frente a mí. Creo que ahi está el gran problema de la modernidad. Pesar en el ser humano como individuo cuando en realidad somos relación. No podemos velar sólo por nuestro beneficio. Necesitamos tomar en cuenta a los demás cuando elegimos ya que nuestras elecciones no sólo nos transforman a nosotros. También transforman a aquellos que nos rodean.
2. Me parece importante sólo distringuir entre cosmos y mundo... Cosmos se refiere a la dimensión espacial que forma el universo. Debemos añadir otras dimensiones, como la del tiempo entre otras. Y mundo es el espacio donde habita el ser... Por lo tanto hay una diferencia. Mundo implica relación... El ser no existe sin relación. Como seres humanos que somos, estamos arrojados a un mundo con el cual nos relacionamos, y estamos arrojados con otros seres que me son similares ontológicamente y como uno de estos atributos, también están en relación conmigo.
3. Y referente al tema de la teonomía, me parece importantísimo hablar de ella directamente. Teonomía es vivir con el conocimiento y la confianza de que Dios es siempre presente. No es un salto evolutivo, es simplemente un salto de confianza. No se pasa de la heteronomía a la autonomía, y de ahi a la teonomía... La teonomía es la realidad del ser humano y debemos de abrazarla y aceptarla. Recordemos a los judíos de la antigua Jerusalén, antes de la invasión de Babilonia. Ellos creían en un Dios que los miraba y los acompañaba... Y que habitaba en el templo, un lugar increíblemente sagrado, al que sólo entraba el sumo sacerdote una vez al año con el rostro cubierto. Este lugar, donde se encontraban las manifestaciones de Dios a este pueblo (al arca de la alianza, restos de maná del desierto, etc.), era para reconocer y recordar la presencia permanente de este Dios que acompañaba a este pueblo (no a los individuos, al pueblo/comunidad). Dios es este misterio, esta presencia, y como tal debemos de reconocerlo, abrazarlo, y transformarnos. Que el conocimiento de El, no sea un acto de dominio o de posesión de la verdad, sino un acto de apertura, de transformación, de entrega.
Creo que tenemos que abrirnos más al misterio de Dios... Y esta apertura implica un cambio de paradigma, una tranformación interior. Necesito abandonarme al misterio... Reconocer que Dios es siempre presente.
1. La muerte de Dios... Lo único que significa es que nuestra vida, lo que hagamos con ella depende de nosotros. Con la muerte de Dios aparece la responsabilidad y obviamente la libertad. Somos libres de elegir lo que queremos hacer con nuestras vidas (un poco el concepto de autonomía), sin embargo, no estamos solos... No nos podemos construir como seres humanos sin tomar en cuenta al otro que está frente a mí. Creo que ahi está el gran problema de la modernidad. Pesar en el ser humano como individuo cuando en realidad somos relación. No podemos velar sólo por nuestro beneficio. Necesitamos tomar en cuenta a los demás cuando elegimos ya que nuestras elecciones no sólo nos transforman a nosotros. También transforman a aquellos que nos rodean.
2. Me parece importante sólo distringuir entre cosmos y mundo... Cosmos se refiere a la dimensión espacial que forma el universo. Debemos añadir otras dimensiones, como la del tiempo entre otras. Y mundo es el espacio donde habita el ser... Por lo tanto hay una diferencia. Mundo implica relación... El ser no existe sin relación. Como seres humanos que somos, estamos arrojados a un mundo con el cual nos relacionamos, y estamos arrojados con otros seres que me son similares ontológicamente y como uno de estos atributos, también están en relación conmigo.
3. Y referente al tema de la teonomía, me parece importantísimo hablar de ella directamente. Teonomía es vivir con el conocimiento y la confianza de que Dios es siempre presente. No es un salto evolutivo, es simplemente un salto de confianza. No se pasa de la heteronomía a la autonomía, y de ahi a la teonomía... La teonomía es la realidad del ser humano y debemos de abrazarla y aceptarla. Recordemos a los judíos de la antigua Jerusalén, antes de la invasión de Babilonia. Ellos creían en un Dios que los miraba y los acompañaba... Y que habitaba en el templo, un lugar increíblemente sagrado, al que sólo entraba el sumo sacerdote una vez al año con el rostro cubierto. Este lugar, donde se encontraban las manifestaciones de Dios a este pueblo (al arca de la alianza, restos de maná del desierto, etc.), era para reconocer y recordar la presencia permanente de este Dios que acompañaba a este pueblo (no a los individuos, al pueblo/comunidad). Dios es este misterio, esta presencia, y como tal debemos de reconocerlo, abrazarlo, y transformarnos. Que el conocimiento de El, no sea un acto de dominio o de posesión de la verdad, sino un acto de apertura, de transformación, de entrega.
Creo que tenemos que abrirnos más al misterio de Dios... Y esta apertura implica un cambio de paradigma, una tranformación interior. Necesito abandonarme al misterio... Reconocer que Dios es siempre presente.
miércoles, 12 de mayo de 2010
Crítica a la ley de acción y reacción
El diálogo entre el Dalai Lama y Boff me parece sublime, sin embargo, no sé si es Boff quien hace el comentario de "La ley de la acción y reacción no es exclusiva de la Física, es también de las relaciones humanas. Si yo actúo con el bien, recibiré el bien. Si actúo con el mal, recibiré el mal." Pero necesito comentar que existe algo en lo que creo que se llama indiferencia cósmica. No podemos decir que todos los muertos en el terremoto del 85 eran malas personas, ¿o si? O todas las personas que han tenido accidentes han hecho algún mal en su vida, ¿o si? Me parece que creer en algo así como la ley de la acción y reacción nos convierte en personas superfluas, poco profundas, y que estamos alejados de la vida verdadera. Es chistoso, pero me pareciera como si cuestionáramos a la iglesia e inmediatamente corremos a refugiarnos en "el Secreto" o en la cultura light del "new age." Los invito a que nos cuestionemos si todas las personas que tienen cáncer o alguna enfermedad están en verdad pagando por sus malos actos. Somos seres multicausales. Los pensamientos, actitudes, acciones, etc. no siempre resultan en lo que esperamos. Esto es porque hay muchas causas afectando los resultados. Me imagino que Boff o quien lo haya dicho lo dijo por alguna buena intención, pero no nos podemos quedar con las buenas intenciones, necesitamos ser más críticos de lo que leemos y sobre todo, ver si tiene sentido en nuestras vidas.
La parte anterior, donde hablan de la mejor religión me parece verdaderamente hermosa... Lástima que siga de un texto tan postmoderno, light, efímero, y que no tiene que ver con la realidad.
La parte anterior, donde hablan de la mejor religión me parece verdaderamente hermosa... Lástima que siga de un texto tan postmoderno, light, efímero, y que no tiene que ver con la realidad.
Comentarios de los documentos de "Atrévete a Pensar"
Estoy de acuerdo que tenemos que atrevernos a pensar... Pero veamos a dónde nos ha llevado nuestra forma de pensar: A este siglo XXI donde reina el imperio de lo efímero. Lo que vale ahora es el cambio, la innovación, la globalización, lo acuerdos, la subjetividad, la individualidad. Y con todo esto, la dominación, la sumisión, o la evasión de nuestros semejantes. Desde pequeños hemos sido instruidos en el arte de dominar a los semejantes y hemos recibido estas ideas y nunca las hemos cuestionado. Y ¿para qué atrevernos a pensar? ¿Para descubrir nuevas formas de manipulación? Me gusta la frase, "Atrévete a pensar" pero considero que tenemos que empezar a ver la forma como pensamos. Para empezar, y me incluyo en estas conclusiones, pensamos de una forma individual... Es hasta que articulamos nuestro pensamiento en palabras que alguien más está involucrado en nuestro proceso. Y generalmente, cuando digo lo que pienso entro en el juego de la dominación, la sumisión, o la evasión. Considero que nuestra forma de pensar es deficiente y tenemos que empezar a cambiar eso...
Creo que estamos acostumbrados a pensar en nosotros antes de darnos cuenta que somos relación... El ser humano no es ningún animal racional, político, o ser espiritual o cualquier definición que queramos poner. Somos una red contextual relacional y en contínuo proceso. Ahora bien, como red relacional no podemos ser tan pedantes y pensar que podemos pensar solos. necesitamos del otro... No estamos solos. Necesitamos nuevas formas de pensar que incluyan al otro. ¿Cómo puedo pensar que estoy abierto a Dios y al encuentro con Dios si no puedo darle entrada a quien es diferente de mí? Necesitamos apertura... Leer estos capítulos con apertura para que el discurso verdaderamente nos transforme. Y después plasmar lo que nos va ocurriendo. Y leer los comentarios con esa misma apertura. Es ahi donde podemos atrevernos a pensar diferente. Me tocan el corazón muchos de sus comentarios, como la descripción de Felipe de Terry y de su amor compartido, las reflexiones de Irma y cómo disfruta algunas frases que va leyendo. Es ahi donde podemos darnos la oportunidad de un nuevo pensamiento... No desde lo individual, sino desde lo relacional que somos... Gracias a este libro, a este blog, y a todos ustedes ahora llevo un poco de Lenaers, Ana Laura, Irma, Felipe, etc. en mi pensamiento. Cada que pienso llevo algo de ustedes y considero que tenemos que empezar más de esa forma. Dejándonos tocar por lo que el otro tiene que decir...
Creo que estamos acostumbrados a pensar en nosotros antes de darnos cuenta que somos relación... El ser humano no es ningún animal racional, político, o ser espiritual o cualquier definición que queramos poner. Somos una red contextual relacional y en contínuo proceso. Ahora bien, como red relacional no podemos ser tan pedantes y pensar que podemos pensar solos. necesitamos del otro... No estamos solos. Necesitamos nuevas formas de pensar que incluyan al otro. ¿Cómo puedo pensar que estoy abierto a Dios y al encuentro con Dios si no puedo darle entrada a quien es diferente de mí? Necesitamos apertura... Leer estos capítulos con apertura para que el discurso verdaderamente nos transforme. Y después plasmar lo que nos va ocurriendo. Y leer los comentarios con esa misma apertura. Es ahi donde podemos atrevernos a pensar diferente. Me tocan el corazón muchos de sus comentarios, como la descripción de Felipe de Terry y de su amor compartido, las reflexiones de Irma y cómo disfruta algunas frases que va leyendo. Es ahi donde podemos darnos la oportunidad de un nuevo pensamiento... No desde lo individual, sino desde lo relacional que somos... Gracias a este libro, a este blog, y a todos ustedes ahora llevo un poco de Lenaers, Ana Laura, Irma, Felipe, etc. en mi pensamiento. Cada que pienso llevo algo de ustedes y considero que tenemos que empezar más de esa forma. Dejándonos tocar por lo que el otro tiene que decir...
sábado, 1 de mayo de 2010
Capítulo II
"EL CRISTIANO NO HACE EL DIÁLOGO, ES EL DIÁLOGO EL QUE HACE AL CRISTIANO". (Paulo VI)
Una disculpa por la tardanza en mandar mi comentario.
Considero vital “atreverse a pensar” y no sólo en el ámbito religioso sino en cualquier contexto. No podemos aceptar como real cualquier argumento que nos presenten. Considero que somos responsables de investigar y estudiar para llegar a la raíz de las cosas y no sólo aceptar lo que nos dicen. En la ilustración, hubo gente que se atrevió a pensar y la iglesia tuvo miedo de perder poder, al ver que la gente no estaba aceptando tan fácilmente sus argumentos.
Yo creo que nos hemos quedado rezagados en culturas prehispánicas, donde los seres humanos queríamos explicar los fenómenos y eventos naturales provocados por alguien más que se encontraba fuera de este mundo (Dios de la lluvia, de la agricultura, etc). No podemos seguir responsabilizando a Dios de nuestras acciones.
En el s. XVI, con el desarrollo de las ciencias, se empezaron a explicar los fenómenos y por lo tanto se fueron evaporando los “milagros”. La iglesia obviamente se vio amenazada y simplemente negó estos descubrimientos, y empezó de deshacerse de los pensantes. Muchos creyentes dejaron de creer al ver como la iglesia se cerraba ante la ciencia.
A mí me cuesta mucho trabajo pensar que nos hay formas extraordinarias, ni milagros que intervienen en nuestra vida. Es algo complicado por la educación que he llevado y por todo lo que he leído. La idea de algo superior, “mágico”, que nos cuida y nos castiga si nos portamos mal, me resulta muy atrayente. Es fácil echarle la culpa a alguien exterior de lo que me pasa.
Por otra parte ya tenía mucha confusión sobre todos estos puntos y me parece más real y más cercano un Dios que se encuentra dentro de nosotros que uno que se encuentra allá arriba en el cielo. Sin embargo, da miedo, porque es mucha responsabilidad la que debemos asumir.
Considero que tenemos que estar todo el tiempo pensando y cuestionándonos en cualquier aspecto de nuestra vida. Seres humanos de todas las épocas, no se han dejado llevar por lo que dice la masa. Tenemos que pensar, estudiar e investigar para empezar a ver completa la realidad y no sólo una parte deformada de ésta.
Una disculpa por la tardanza en mandar mi comentario.
Considero vital “atreverse a pensar” y no sólo en el ámbito religioso sino en cualquier contexto. No podemos aceptar como real cualquier argumento que nos presenten. Considero que somos responsables de investigar y estudiar para llegar a la raíz de las cosas y no sólo aceptar lo que nos dicen. En la ilustración, hubo gente que se atrevió a pensar y la iglesia tuvo miedo de perder poder, al ver que la gente no estaba aceptando tan fácilmente sus argumentos.
Yo creo que nos hemos quedado rezagados en culturas prehispánicas, donde los seres humanos queríamos explicar los fenómenos y eventos naturales provocados por alguien más que se encontraba fuera de este mundo (Dios de la lluvia, de la agricultura, etc). No podemos seguir responsabilizando a Dios de nuestras acciones.
En el s. XVI, con el desarrollo de las ciencias, se empezaron a explicar los fenómenos y por lo tanto se fueron evaporando los “milagros”. La iglesia obviamente se vio amenazada y simplemente negó estos descubrimientos, y empezó de deshacerse de los pensantes. Muchos creyentes dejaron de creer al ver como la iglesia se cerraba ante la ciencia.
A mí me cuesta mucho trabajo pensar que nos hay formas extraordinarias, ni milagros que intervienen en nuestra vida. Es algo complicado por la educación que he llevado y por todo lo que he leído. La idea de algo superior, “mágico”, que nos cuida y nos castiga si nos portamos mal, me resulta muy atrayente. Es fácil echarle la culpa a alguien exterior de lo que me pasa.
Por otra parte ya tenía mucha confusión sobre todos estos puntos y me parece más real y más cercano un Dios que se encuentra dentro de nosotros que uno que se encuentra allá arriba en el cielo. Sin embargo, da miedo, porque es mucha responsabilidad la que debemos asumir.
Considero que tenemos que estar todo el tiempo pensando y cuestionándonos en cualquier aspecto de nuestra vida. Seres humanos de todas las épocas, no se han dejado llevar por lo que dice la masa. Tenemos que pensar, estudiar e investigar para empezar a ver completa la realidad y no sólo una parte deformada de ésta.
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